EQUIPO DE INVESTIGACIÓN
Investigadores principales: Anxo Sánchez Sánchez (Universidad Carlos III de Madrid); José Luis Molina González (Universitat Autónoma de Barcelona); Christopher McCarty, (Universidad de Florida, Estados Unidos)
Miembros del equipo: Alberto Antonioni (Universidad Carlos III de Madrid); Ángel Cuevas Rumín (Universidad Carlos III de Madrid); Rubén Cuevas Rumín (Universidad Carlos III de Madrid); Mark Girson (Universidad de Florida, Estados Unidos); Miguel Ángel González Casado (Universidad Carlos III de Madrid); Regnar Kristensen (Universitat Autónoma de Barcelona); Francesca Lipari (Universidad Carlos III de Madrid); Ignacio Ortuño Ortín (Universidad Carlos III de Madrid); Miroslav Pulgar Corrotea (Universitat Autónoma de Barcelona); Scott Richards (Universidad de Florida, Estados Unidos).
DESCRIPCIÓN
Tradicionalmente las Ciencias Sociales han estudiado la estructura de las relaciones entre los individuos en una sociedad (el número de amistades que tiene una persona, el modo en que las cultiva, cuánto confía en ellas o las necesita para tomar decisiones cotidianas, etc.) como un campo independiente del contexto cultural (nacionalidad, etnia, idioma, religión…). El objetivo de este proyecto es entender ambas dimensiones en un único marco común: “Vamos a considerarlo todo como una sola cosa. La cultura hace la sociedad, la sociedad hace la cultura”, explica Anxo Sánchez, catedrático de matemática aplicada en la Universidad Carlos III de Madrid y uno de los tres investigadores principales del equipo.
Partiendo de un proyecto previo sobre una base de población inmigrante, los IP del proyecto junto con otro grupo de investigadores habían llegado a concluir que, conociendo cuál era la estructura de las relaciones de los sujetos de estudio (cómo organizan las relaciones entre sí, si se dividen en subgrupos como amigos, familia íntima, familia más lejana o con qué frecuencia e intensidad se relacionan), eran capaces de predecir la nacionalidad de origen en una ratio hasta tres veces más de acierto que haciéndolo al azar.
Por su parte, los catedráticos de Antropología José Luis Molina (Universitat Autónoma de Barcelona) y Christopher McCarty (Universidad de Florida) también llevaban años investigando en cuestiones centradas en redes sociales personales, por medio de encuestas cuantitativas y cualitativas a muestras de población relativamente grandes según las técnicas tradicionales. “Tenemos un plan muy audaz –remarca el profesor McCarty–, que es entender los orígenes de esta estructura social que te rodea y cómo interactúa con la cultura. Y publicamos un artículo en PNAS Nexus –el estudio antes mencionado sobre migrantes– donde demostramos que hay una relación entre la estructura social y la cultura”. La muestra de aquel estudio era acotada, tanto en número de individuos como de grupos culturales, y no suficientemente representativa como para extraer conclusiones a gran escala: la gran aportación que va a incorporar este nuevo proyecto es que la muestra de análisis va a ser mucho más numerosa y diversa culturalmente.
El papel de Sánchez en el proyecto es el de aplicar técnicas de aprendizaje automático e inteligencia artificial a esa masiva cantidad de datos, que van a obtener de tres fuentes: por un lado, la Human Relations Area Files (HRAF), una base de datos de la Universidad de Yale que proporciona información de gran detalle “de casi todas las etnografías publicadas en el mundo”, según destaca el profesor Molina; por el otro, una clasificación cultural basada en el análisis de más de dos mil millones de perfiles personales de Facebook, un trabajo que ha realizado parte del equipo de la Universidad Carlos III y que ha permitido “agrupar las culturas del mundo en diferentes clusters atendiendo a su similaridad, además de medir las distancias entre las culturas”, según destaca el coordinador del proyecto; y, por último encuestas propias que van a desarrollar en una decena de países de todo el mundo. Según el profesor Molina es “la primera vez” que se va a abordar un proyecto que analice la condición humana desde las ópticas de las redes personales y el origen cultural abarcando prácticamente todas las etnografías mundiales y los grandes grupos culturales.
Además de esa contribución que trata de unir las fronteras entre dos áreas del conocimiento, sociedad y cultura, los responsables del proyecto están convencidos de que las conclusiones trascenderán el ámbito académico: “Así como nuestros estudios previos han aportado evidencia importante para prevenir conductas de abuso en colegios como el bullying, estamos seguros de que este nuevo proyecto repercutirá en la forma de abordar cuestiones como, por ejemplo, la integración de los migrantes en las sociedades”, destaca el profesor Sánchez.