‘Perdiendo la red. El papel de plantas amenazadas en la conservación de la diversidad global (PERDIVER)’

Jens M. Olesen, Universidad de Aarhus; Emilio Ortega Casamayor, Centro de Estudios Avanzados de Blanes; Daniel Gómez García, Instituto Pirenaico de Ecología; y Adela González Megías, Universidad de Granada.

La Tierra se encuentra en uno de sus peores momentos por la acelerada pérdida de especies. Dadas las numerosas y variadas interacciones que estructuran las redes ecológicas en las que participan, cada especie contribuye al sostenimiento de ‘paquetes’ de biodiversidad, por lo que su desaparición tendrá consecuencias más allá de su propia pérdida. Las especies amenazadas son idóneas para evaluar la trascendencia del deterioro de una especie por su situación de mayor riesgo de desaparición.

El objetivo de esta propuesta es realizar una comparación extensiva de parámetros demográficos entre especies amenazadas y comunes, y una valoración de las implicaciones que el declive poblacional pueden tener en la pérdida de la diversidad de interactuantes. Evaluaremos la vulnerabilidad del conjunto de plantas amenazadas en una de las regiones europeas más diversas (Aragón), comparando los tamaños y tendencias poblacionales con los de las especies comunes.

Posteriormente describiremos y compararemos la diversidad asociada a una selección de plantas en poblaciones de tamaño grande y pequeño (polinizadores, dispersantes, herbívoros, macroinvertebrados, micorrizas y hongos del suelo, …), con el fin de analizar las consecuencias del declive poblacional en la simplificación de las redes ecológicas que ayudan a sostener. Frenar el deterioro de la biodiversidad supone el gran reto actual en Biología de la Conservación. Requiere de aproximaciones y métodos novedosos, seguimientos a largo plazo, y la implicación de científicos, gestores, y ciudadanos.

Nuestra propuesta contará con el protagonismo del trabajo realizado por un centenar de guardas, voluntarios coordinados con un programa de Ciencia ciudadana, y la Sociedad Entomológica Aragonesa, a lo que se incorporarán técnicas de secuenciación masiva de ADN. Todo ello para valorar la vulnerabilidad real de los organismos amenazados, y de su contribución a la conservación de un complejo entramado de biodiversidad asociada.