INVESTIGADOR PRINCIPAL
MÁS SOBRE
Francesc Sabater ComasEQUIPO DE INVESTIGACIÓN
Joan Lluís Riera Rey, Marta Tobella Sanmartí, Santiago Sabaté Jorba, Universidad de Barcelona; Albert Sorolla Edu, Naturalea; Eugènia Martí Roca, Centre d´Studis Avançats de Blanes.
ENTIDAD ASOCIADA
DESCRIPCIÓN
En los últimos años ha habido un incremento de las actividades de restauración acuática y ribereña en España. Sin embargo, y paradójicamente, estas actuaciones no han incluido un seguimiento inmediato posterior, y en cambio sí se ha constatado, al cabo de un tiempo, el fracaso de muchas de ellas. En este proyecto se ensayarán actuaciones pioneras para mejorar la calidad del agua de los ríos mediterráneos, tan vulnerables que ni siquiera la actual normativa europea sobre depuradoras basta para protegerlos. La novedad del proyecto reside tanto en las técnicas que se emplearán, como en la exhaustiva evaluación posterior de su eficacia.
La Directiva Marco del Agua europea obliga a alcanzar una buena calidad ecológica de las masas de agua en 2015, y una de las medidas adoptadas para ello ha sido el tratamiento de las aguas residuales mediante depuradoras. Pero las depuradoras están diseñadas contando con que siempre habrá agua en el río, algo que no ocurre en los cursos de agua de la región mediterránea. El caudal de los ríos mediterráneos es intermitente, con grandes variaciones inter e intra-anuales; incluso puede ocurrir que el río esté del todo seco una parte del año, de forma que toda el agua que fluya en ese periodo procederá de la depuradora. Será agua menos contaminada que si no se tratara, pero todavía no lo bastante limpia como para ser considerada de buena calidad –puesto que sus contaminantes no se han diluido-. Esto, unido a que la fuerte presión urbanística que sufren los ríos mediterráneos, reduce mucho su capacidad de autoregeneración natural, con graves consecuencias para el ecosistema.
Este proyecto piloto de restauración ecológica aspira a paliar el problema a través de la mejora de los hábitats fluviales receptores del agua depurada, en la ribera y en el cauce; se espera que recuperando estos hábitats aumente la capacidad autodepurativa fluvial. El estudio se llevará a cabo sobre un tramo del arroyo de Cànoves (Cataluña) situado a solo 200 metros de una depuradora, en una zona con alta concentración de nitratos. Es un afluente del Besós, río que sufre la intensa presión de Barcelona.
Se seguirán tres líneas de actuación. En una de ellas parte del caudal se dirigirá directamente a la ribera, de forma que esta actúe como filtro de los contaminantes; en paralelo se aplicarán técnicas de gestión ecológica de las áreas ribereñas receptoras. Otra línea se basa en la bioingeniería: dentro del cauce se instalarán estructuras construidas con vegetación –vivas– que ralentizarán el flujo del agua. Y por último se actuará sobre el trazado del arroyo, buscando recuperar sus meandros originales. Las tres actuaciones deberían mejorar la diversidad de los ecosistemas tanto a escala de microorganismos como en vertebrados (peces). La última etapa del estudio se dedica a evaluar si esto aumenta la autoregeneración.
El proyecto se lleva a cabo en colaboración con el Consorci per a la Defensa de la Conca del riu Besòs, la administración competente en materia de saneamiento en la cuenca del Besòs, integrada por 56 entes, de los cuales 52 son municipios con unos 2.400.000 habitantes. El Consorci es el ente gestor de la depuradora.
Para Francesc Sabater Comas, “para nosotros esta convocatoria es un oportunidad de llevar a cabo un proyecto muy dirigido a mejorar un ecosistema. Generalmente los proyectos de investigación no son tan aplicados; ahora tenemos una ocasión de aplicar nuestro conocimiento en una actuación de recuperación y, además, evaluar si ha funcionado. No hay muchos proyectos en España en los que se compruebe que los efectos de la restauración son los esperados, y para nosotros esto es fundamental”.