‘Epidemias y pandemias de gripe: un ejemplo de las limitaciones en los esfuerzos en el modelado predictivo’

Los esfuerzos en la mejora de la salud global necesitan, no sólo hacer frente a los desafíos actuales, sino también anticipar nuevos escenarios, que a veces cambian a la velocidad de la luz. Los modelos predictivos se utilizan con frecuencia para ayudar a la planificación, pero los resultados dependen en gran medida de un subconjunto de supuestos críticos y de incertidumbres sobre escenarios futuros.

El caso de la gripe es emblemático, ya que, a pesar de ser una de las enfermedades infecciosas más estudiadas de nuestro tiempo, presenta serios retos en la preparación tanto ante epidemias estacionales anuales como ante pandemias inesperadas y con efectos altamente perturbadores. Proponemos un cambio de enfoque en la predicción de los patrones de enfermedad individuales para la identificación y mitigación de las debilidades más importantes presentes en los sistemas de salud pública.

Las capacidades de modelado deben utilizarse para realizar ‘pruebas de estrés’ sobre la forma en que las debilidades interrelacionadas en los sistemas de salud responden ante una serie de amenazas posibles o plausibles de naturaleza e intensidad diferentes. Este sistema debe ser capaz de ofrecer soluciones transversales con el potencial de abordar no sólo una amenaza, sino múltiples áreas de vulnerabilidad al mismo tiempo ante futuros riesgos para la salud.