A escala mundial la tuberculosis ha sido y sigue siendo una pandemia que en el 2021 aún ha ocasionado más de 10 millones de casos y más de 1,6 millones de muertes. En España en la primera mitad del siglo XX ocasionó más de 50 mil muertes anuales. Con los nuevos tratamientos antituberculosos y otras medidas de prevención y control y las mejoras socio-económicas la situación fue mejorando para empeorar en los años 80 del siglo pasado por la epidemia de heroinómanos y de infectados por el VIH. Esta situación impulsó el desarrollo del Programa de Prevención y Control de la tuberculosis de Barcelona, que se ha podido mantener hasta la llegada de la pandemia de COVID-19. En estos años se han desarrollado innovaciones en cuanto a vigilancia epidemiológica, investigación con ensayos clínicos relevantes, mejoras en los estudios de contactos y en la adherencia a los largos tratamientos antituberculosos. Desafortunadamente la pandemia de COVID-19 ha tenido gran impacto en la epidemiología de la tuberculosis así como de otras enfermedades infecciosas y crónicas. En general ha habido una sub-detección y sub-notificación de casos. Este impacto se debe a que el alud de casos que se han ido generando en cada onda epidémica ha sobrepasado al sistema sanitario, detectándose sobre todo los casos más avanzados. Se propone establecer fuertes sinergias entre todos los actores involucrados en el control de ambas infecciones para mejorar la situación epidemiológica actual.
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