Al siglo XVIII se le ha denominado el Siglo de las Luces, el de la razón, pero también es en el que, en sus últimos decenios, surgen los valores del Romanticismo. En aquella centuria Europa busca un nuevo arquetipo humano que consiste, en líneas generales, en el paso del hombre de valor al hombre de bien y al hombre social, en la perspectiva típica de la antropología ilustrada de no ver como contrarios, sino como complementarios, el amor propio y la sociabilidad; el interés particular y el interés colectivo, en un intento de articular la felicidad y la moralidad.
PONENTE
Alejandro Diz, profesor y Académico Correspondiente de la Real Academia de la Historia