LA EXPOSICIÓN
“Mujeres de la abstracción” va más allá de la idea de una historia del arte concebida como una sucesión de prácticas pioneras. Al otorgar a las artistas un nuevo lugar en esta historia, demuestra la complejidad y diversidad de la misma. Esto se hace patente ya desde el inicio de la muestra, que comienza con una inédita incursión en el siglo XIX, redescubriendo el trabajo de Georgiana Houghton de la década de 1860 y poniendo de relieve los orígenes cronológicos de la abstracción, remontándolos hasta sus raíces espiritualistas. La obra de Houghton ilustra el “simbolismo sagrado”, uno de los temas que se exploran en esta presentación. El espiritualismo, que estaba en boga en la década de 1850, constituyó un camino fundamental hacia la abstracción, y las mujeres fueron sus precursoras en el siglo XIX: ellas fueron las que inventaron una abstracción no conceptualizada como tal, sino que definieron un simbolismo sagrado a partir de su anhelo de representar lo trascendente.