Aitor Arrieta Marcos

De pequeño, cuando jugaba con coches teledirigidos, llegaba siempre el punto en el que los abría para estudiar su interior. La electrónica, los microprocesadores y entender cómo funcionaba le fascinaba. Ahora Aitor Arrieta trabaja en la búsqueda de nuevos métodos para testear y validar el software instalado en, por ejemplo, coches autónomos.

El trabajo de este profesor e investigador de la Universidad de Mondragón (Guipúzcoa) se centra en el software de aplicaciones industriales como el de ascensores, trenes, robots y otros tipos de sistemas autónomos. El reto principal de esta área es que el software no se puede desplegar directamente en el dispositivo, contrariamente a lo que ocurre con móviles u ordenadores.

«Todos estamos expuestos de alguna manera a fallos de software: cuando cogemos el móvil y abrimos una aplicación, en algún momento, se nos ha bloqueado o cerrado de repente», explica el investigador. Aunque el principal problema ocurre cuando este software se usa en aplicaciones empotradas que implican ciertos requisitos de seguridad. «Por ejemplo, las principales investigaciones del accidente de avión ocurrido en Etiopía en marzo de 2019 apuntan a que se debió a un fallo de software», señala Arrieta. Detectar estos fallos es más complicado en este tipo de sistemas, al no poderse utilizar un avión para validarlo, sino solo recurrir a la simulación.

Hoy en día, una de las aplicaciones en las que trabaja este joven investigador es un software encargado del control de velocidad de crucero de un coche al que le antecede otro vehículo a menor velocidad, y señala: «Nuestro coche se tiene que adaptar a ese otro para evitar el choque, y en el caso de que el software tuviese fallos podría conllevar situaciones bastante críticas».

El interés por esta área viene de su época de estudiante, cuando compaginaba las clases con un trabajo a media jornada como programador de casos de test, que como el propio Arrieta explica: «Marcó mi carrera; hice el máster en este campo y después me ofrecieron hacer la tesis en esta misma temática, que es lo que me gustaba y donde ya tenía experiencia». Más tarde le dieron la oportunidad de liderar un proyecto europeo en el que podía aplicar los resultados de su tesis en un entorno industrial real.

Tras este premio, que el jurado le ha concedido «por su investigación en el campo de desarrollo y pruebas de software de gran aplicación industrial», Arrieta considera que se le abren muchas puertas: «Para mí, estar trabajando en aplicaciones que tienen un impacto directo en sistemas reales es muy gratificante y me gustaría seguir ese camino».