Aurora Ramírez Quesada

Combinando la inteligencia artificial y la experiencia humana, Aurora Ramírez Quesada ha conseguido con el ordenador, y en pocos segundos, agilizar el proceso de diseño de un software complejo. «Un ingeniero informático podría tardar horas en conseguir esto», explica esta investigadora posdoctoral de la Universidad de Córdoba.

«La ingeniería del software nos aporta pautas y métodos con los que abordar correctamente las actividades que conlleva desarrollar un software, desde su concepción hasta su mantenimiento», afirma. Con la aplicación de técnicas de inteligencia artificial, el objetivo de esta joven investigadora, que estudió Ingeniería Informática en la Universidad de Córdoba, es automatizar algunas de dichas tareas para poder ayudar a los ingenieros informáticos en la toma de decisiones al crear sistemas informáticos de mayor calidad.

«En concreto, el trabajo de investigación que he realizado durante mis estudios de doctorado se ha centrado en mejorar la estructura interna de los sistemas software, que son como los “planos de software” que facilitan posteriormente programar su código», añade Ramírez Quesada. El jurado ha decidido otorgarle uno de los premios Jóvenes Investigadores Informáticos  por «su investigación en ingeniería de software aplicando técnicas de inteligencia artificial, con aportaciones científicas muy destacadas».

Aunque el área en la que trabaja todavía es reciente, Ramírez Quesada cree que es muy prometedora, y señala: «Los resultados están empezando a transferirse a la industria. Por ejemplo, Facebook utiliza desde hace menos de dos años un sistema inteligente para detectar errores en su código, y también hay iniciativas para reducir el consumo energético de las aplicaciones, un factor clave en los móviles».

Las posibilidades de aplicar la inteligencia artificial para hacer que los sistemas informáticos sean más seguros, eficientes y fáciles de mantener son muy amplias. «Estos algoritmos también pueden ser útiles para la reducción del impacto económico y el esfuerzo humano que sufren las empresas cuando deben adaptar o rediseñar sus sistemas informáticos, debido a cambios en las tecnologías de desarrollo o a la creciente demanda de sus servicios», indica la joven ingeniera.

Para Ramírez Quesada, este premio supone «una gran satisfacción» tras el esfuerzo dedicado en los últimos años: «Creo que este tipo de reconocimientos son importantes para los que estamos empezando la carrera investigadora, ya que nos ayuda a dar visibilidad al gran trabajo que se hace en muchos laboratorios de toda España».