CODE.org

«Para nosotros, llegar hasta aquí ha sido una historia de fracaso», manifiesta Fran García del Pozo, director en España, Oriente Medio y África de CODE.org, «porque hemos aprendido muchísimo». Esta organización sin ánimo de lucro nació en Estados Unidos en 2013 con el objetivo de promover las ciencias de la computación en todas las escuelas del mundo. «Estando en Nueva York, yo veía que mis hijos en el colegio aprendían a programar, era muy cotidiano», recuerda García del Pozo, y eso le motivó para traer la iniciativa a España en 2020. «La gente no  nos entendía, y aprendimos mucho de ese fracaso».

García del Pozo está convencido de que «el pensamiento computacional es como el inglés del siglo XXI». Por eso, su objetivo en CODE.org es incluir las ciencias de la computación en el  currículum de la educación obligatoria e integrarlas como una asignatura más. Considera que el pensamiento computacional «desarrolla habilidades como la lógica, el pensamiento crítico o la resolución de problemas, que son las habilidades que van a demandar los empleos del futuro».

En España, según denuncia García del Pozo, «hay una tasa de desempleo altísima y a la vez hay 100.000 o 200.000 puestos de trabajo que no se cubren». Pero tiene claro qué hay que hacer: «Si alineamos formación y empleo, esto se va a solucionar». Como destaca el directivo de CODE.org, detrás de aplicaciones tan cotidianas como Glovo, Cabify o Airbnb hay código, y, sin embargo, existe una brecha de información en la sociedad española. Sin programación en las escuelas, opina García del Pozo, esta brecha no hará más que crecer, y con ella la de competitividad y desigualdad.

Por eso, el trabajo de CODE.org se está centrando en introducir la programación en las aulas de todos los colegios españoles. Algunas comunidades, como Andalucía, son «más permeables» y ya incorporan esta materia en su currículum, pero García del Pozo ve las «distintas velocidades» entre autonomías como un problema. Mientras trabajan para lograr su objetivo principal, han construido una plataforma de formación tutorizada para que los docentes aprendan a programar y a trasladar ese conocimiento al aula. Más allá, ya han empezado a trabajar con  Alemania, Italia y Marruecos; Oriente Medio es el siguiente objetivo y África, «el gran reto».

Están «muy agradecidos» de recibir el galardón, y García del Pozo destaca: «que te reconozcan los tuyos es un doble motivo de satisfacción». Sin duda, el premio le anima a continuar fomentando la programación, que define como «una herramienta al servicio de la creatividad para transformar el mundo en un lugar mejor».