Damian M. Dąbrowski

«Es fácil decir que las matemáticas aplicadas son importantes», expone Damian Dąbrowski, «pero es más difícil con las puras». El investigador de la Universidad de Jyväskylä (Finlandia) destaca que, durante milenios, diversas civilizaciones desde el Antiguo Egipto hasta la cultura maya han estudia-do matemáticas sin preocuparse por las aplicaciones, desarrollando sistemas matemáticos muy sofisticados sin aparente utilidad. «Las matemáticas son una parte muy importante de nuestra cultura», sostiene, y añade: «las necesitamos porque somos humanos».

Su inclinación por las matemáticas le llevó hasta el campo de las ecuaciones en derivadas parciales, «el lenguaje de la naturaleza», según Dąbrowski.«Casi todos los fenómenos naturales tienen alguna ecuación relacionada», explica con enorme interés, y enumera procesos como el cambio climático, el flujo de agua, la conducción de calor…El matemático investiga sobre algunos comportamientos inesperados que pueden tener las soluciones a algunas de estas ecuaciones, en los casos en que no se conoce toda la solución.

Dąbrowski cursó el grado y el máster en la Universidad de Varsovia para después realizar el doctorado en la Universitat Autònoma de Barcelona. De su estancia en España, valora la instrucción que recibió y considera que «hay muchos matemáticos de talla mundial trabajando en este país, tanto profesores establecidos como gente joven». Pero el talento joven no siempre encuentra las condiciones adecuadas, ya que, según destaca el investigador, «hay mucha gente buena solicitando los mismos puestos» y compitiendo entre sí. Aunque considera que la mayor inversión en contratos de investigación es una buena noticia, cree que «la carga burocrática es injustificada. Es un mal uso del tiempo» del personal investigador, reprocha.

Actualmente disfruta de un contrato posdoctoral en la Universidad de Jyväskylä y se muestra «muy feliz» con el premio. «Es un gran honor, creo queme va a ayudar mucho en mi carrera profesional», añade. Pero, sobre todo, destaca que el reconocimiento «da visibilidad a las matemáticas en la sociedad, que es algo que hay que hacer más». Convencido de querer estudiar matemáticas des-de los doce años, Dąbrowski tiene siempre presente la importancia de sus profesores. Desde la escuela hasta la universidad, siempre fueron su fuente de inspiración, por eso cree firmemente que «tener un buen maestro que te apoye es algo que no se puede subestimar».