Daniel Valcarce Silva
PREMIO DE INVESTIGACIÓN SOCIEDAD CIENTÍFICA INFORMÁTICA DE ESPAÑA-FUNDACIÓN BBVA
Investigadores Jóvenes Informáticos
2020
Por sus aportaciones en el campo de la recuperación de información y los sistemas de recomendación, que se reflejan en sus publicaciones de primer nivel, y que le han llevado a formar parte de un equipo internacional que trabaja en la mejora de asistentes personales utilizando técnicas de lenguaje natural y aprendizaje automático.
CONTRIBUCIÓN
Las matemáticas siempre fueron la asignatura preferida de Daniel Valcarce Silva. «Cuando mis compañeros de clase decían que querían ser bomberos o astronautas —recuerda—, yo quería ser profesor de matemáticas». A su pasión por los números y las ecuaciones, se añadió una fascinación por los ordenadores desde que vio por primera vez una de estas máquinas cuando todavía era niño: «Nunca olvidaré el día en que mis tíos me regalaron un ordenador. Me pareció algo mágico y desde entonces supe que quería dedicarme a algo relacionado con este mundo. La verdad es que nunca tuve dudas; mi interés por la carrera de informática fue muy vocacional», asegura el joven investigador premiado. Tras obtener el doctorado por la Universidad de A Coruña, desde hace un año Valcarce trabaja como ingeniero de software en la sede de Google en Zúrich.
El premio reconoce sus valiosas aportaciones al desarrollo de las tecnologías que nos ayudan no solo a encontrar la información más relevante cuando usamos un motor de búsqueda en internet, sino también a recomendarnos proactivamente otros contenidos que pueden interesarnos. «Mi tesis —explica— exploraba cómo conectar estos dos mundos, el de buscar información y el de recomendarla. El objetivo fue contribuir al desarrollo de sistemas más eficientes, capaces de ofrecer resultados de buena calidad y usando menos recursos computacionales, lo que puede suponer un ahorro importante». La investigación realizada para obtener el doctorado le ha llevado a desarrollar algoritmos concebidos para diversificar las recomendaciones a los usuarios, en lugar de sugerir repetidamente los mismos contenidos, y puede aplicarse a múltiples dominios, desde los vídeos y la música hasta el comercio electrónico.
Ahora, desde Google, su trabajo se centra en mejorar el funcionamiento del asistente personal de esta compañía. «Es un campo muy atractivo —asegura—, que busca lograr una interacción mucho más natural entre máquinas y personas, no con el ratón y el teclado, sino a través del habla humana. El objetivo es que podamos comunicarnos directamente con nuestros dispositivos inteligentes, para que la máquina nos entienda y sea capaz de resolver lo que le pedimos».