David Beltran Portalés

A David Beltran Portalés (Castellón, 1989) lo que más le motiva de la investigación en matemáticas es el continuo aprendizaje: «Cuanto más aprendes, más preguntas nuevas salen y más ganas tienes de seguir aprendiendo. Es una sensación muy posi-tiva. Lo que estudias va poco a poco evolucionando y al cabo de unos meses te das cuenta de que te has ido moviendo y alejando del punto de partida», explica.

Graduado en Matemáticas por la Universidad Politécnica de Cataluña y máster por la Universidad de Barcelona, Beltran realizó su tesis doctoral en la Universidad de Birmingham bajo el título Geometric control of oscillatory integrals y la dirección de Jonathan Bennet. En la actualidad trabaja como investigador posdoctoral en el proyecto Harmonic Analysis and Diferential Equations, liderado por Luis Vega, en el Basque Center for Applied Mathematics (BCAM).

Beltran investiga en el área del análisis armónico (o de Fourier). La motivación de esta área fue entender o descomponer una señal, que a priori puede ser muy compleja, a través de ciertas ondas fundamentales mucho más sencillas. Este concepto, introducido por Fourier a comienzos del siglo XIX en el estudio de la ecuación del calor, se ha convertido desde entonces en una noción fundamental en matemáticas y en sus aplicaciones a numerosas disciplinas. Las aportaciones de Beltran han consistido en identificar ciertos objetos positivos, definidos a través de promedios, que recogen algunas de las características más importantes de ciertos patrones oscilatorios como, por ejemplo, las soluciones de las ecuaciones de Schrödinger o de ondas.

Para describir su manera de investigar, Beltran enfatiza ante todo la colaboración: «Interaccionar con otros investigadores es clave para seguir avanzando. Dos mentes no solo piensan el doble que una; es mucho más. Se alcanza más profundidad. Y solo el hecho de explicar lo que piensas ayuda a ver con más claridad».

El otro concepto clave es la perseverancia: «Hay veces que crees que te estás acercando a algo importante… y luego no lo es. Es una decepción, pero incluso entonces hay que sacar lo positivo. No ha sido tiempo tirado, has aprendido cuál no era el camino, y eso será útil en el futuro», señala.