David del Río Astorga

Cuando David del Río era niño y jugaba a videojuegos en el ordenador de su padre, le empezó a picar la curiosidad por todo lo que había detrás, como el funcionamiento de las aplicaciones y la norma en la que el ordenador respondía al ratón o al teclado. Así nació su pasión por la informática. Hoy puede decir que ha tenido la suerte de trabajar en uno de los experimentos del Gran Colisionador de Hadrones, el acelerador de partículas del CERN donde se detectó el bosón de Higgs.

Este joven ingeniero trabaja dentro del área de investigación de computación de altas prestaciones, un campo que busca optimizar el rendimiento de las aplicaciones y facilitar el desarrollo de otras paralelas. «Desde que terminé la tesis estoy trabajando en el desarrollo de aplicaciones paralelas», explica Del Río. Su objetivo es conseguir que, con un mínimo esfuerzo, se puedan explotar todos los recursos disponibles en las arquitecturas modernas.

El jurado de los premios ha decidido otorgarle uno de los galardones Jóvenes Investigadores Informáticos por «sus aportaciones a la paralelización automática de programas para arquitecturas heterogéneas, que facilitan su programación y mejoran su eficiencia», como indica el acta.

Según explica el propio Del Río, se caracteriza por ser muy versátil: «Un caso en el que estuve trabajando durante mi tesis fue la reconstrucción de la trayectoria de las partículas en el experimento LCHb (del Gran Colisionador de Hadrones) del CERN, en el filtro de Kalam, donde aplicamos el modelo de programación que diseñé y desarrollé en mi tesis, y cuyo rendimiento conseguimos mejorar».

Otro de los campos en los que ha investigado es en la reconstrucción de imágenes obtenidas por resonancia electromagnética con el fin de detectar posibles problemas cerebrales con mayor rapidez. Existe una serie de algoritmos que permiten obtener el volumen del cerebro a partir de las imágenes que se van tomando de sus diferentes segmentos. Y, como destaca el joven informático, «el poder paralelizar esa aplicación de tal manera que seamos capaces de reconstruir el cerebro de una forma más rápida implica que podemos dar una respuesta al paciente más temprana».

Del Río empezó a estudiar Informática en el año 2009 y, tras finalizar el máster, ha trabajado en diversos proyectos europeos, el último de ellos el ASPIDE, cuyo objetivo es crear un software dedicado a actividades y sistemas que precisan procesar un gran volumen de datos.

Para este investigador, el premio que le han concedido supone un reconocimiento al trabajo y al esfuerzo que ha venido realizando en los últimos años, y que espera pueda ser una buena carta de presentación para continuar su trabajo dentro del ámbito académico.