CARLOS TAPIA Y JUAN PEDRO GARCIA VILLALUENGA

“Efecto Leidenfrost en Agua”

Premio de Física Real Sociedad Española de Física - Fundación BBVA

Premio Mejor Artículo de Enseñanza en las publicaciones de la RSEF

2018

Premio al Mejor Artículo de Enseñanza en las publicaciones de la RSEF, "por su artículo Efecto Leidenfrost en agua, que explica de forma muy didáctica una completa y animada descripción de este fenómeno, aportando un original recurso educativo en prácticas de Física". Autores: Carlos Tapia Ayuga y Juan Pedro García Villaluenga.

CONTRIBUCIÓN

Con una plancha de cocina, un termómetro infrarrojo y una jeringuilla para depositar gotitas de agua, Carlos Tapia se propuso probar el efecto Leidenfrost en agua en la cocina de su propia casa. Lo habitual es que el agua se evapore inmediatamente cuando se pone sobre una placa muy caliente. Sin embargo, a partir de 250º C ocurre lo contrario: tarda unos minutos en evaporarse, se queda «flotando». Esto es el efecto Leidenfrost y se produce porque tan solo se evapora la parte que está en contacto con la placa caliente. «El vapor actúa como una capa aislante y se queda el agua suspendida en el aire, impidiendo su evaporación», explica Tapia.

Este joven investigador, que trabaja en el Departamento de Física de la Tierra, Astronomía y Astrofísica II de la Universidad Complutense de Madrid, llevó a cabo este experimento como uno de los ejercicios de evaluación continua que su profesor de Termodinámica, Juan Pedro García Villaluenga, del Departamento de Física Aplicada I, propuso a sus alumnos del grado de Física de la Universidad Complutense. Ambos comparten el premio por explicar «de forma muy didáctica una completa y animada descripción del fenómeno de levitación denominado Leidenfrost», según reza el acta del jurado. El profesor, quien asegura que el mérito es de Tapia, señala que él se encargó de la redacción del texto para la revista de la Real Sociedad Española de Física. «Vi que las fotos que sacó eran muy llamativas y le propuse escribirlo», indica.

Tapia recuerda que este experimento se llevó a cabo «como algo curioso para que la gente pudiera probarlo en su casa», y por ello este reconocimiento ha sido recibido como una sorpresa para ambos. «Lo hicimos por divulgación, así que este premio ha sido algo inesperado y una alegría», añade García.

En este sentido, García considera que la mejor receta para hacer buena divulgación de la ciencia es el entusiasmo. «Hay que ponerle más entusiasmo a lo que estás haciendo que a lo que estás contando. Si envuelves bien lo que estás explicando, les llama más la atención», afirma el profesor. En el caso de ambos premiados, el interés por la física les nació en la infancia. «Cuando era pequeño, siempre me preguntaba qué fuerzas intervenían en la oscilación del metro, o por qué se expandía el aceite en una sartén caliente, por ejemplo», recuerda Tapia.

De cara al futuro, García comenta que los dos tienen otro proyecto de divulgación entre manos. «Queremos fotografiar ondas de calor, hacer algo parecido al efecto espejismo pero con objetos», explica. Por ahora, tienen un esbozo escrito en castellano y esperan que este premio sirva como aliciente para terminarlo.