Elena Castilla González
PREMIO DE INVESTIGACIÓN MATEMÁTICA VICENT CASELLES
Premios Vicent Caselles
2022
Universidad Rey Juan Carlos, Madrid
CONTRIBUCIÓN
Si compramos demasiados test de antígenos y no los utilizamos, caducarán y tendremos que desecharlos. Pero ¿cómo se puede alargar su tiempo de vida? Es lo que estudia Elena Castilla utilizan-do herramientas estadísticas. Su investigación se aplica a cualquier dispositivo de un solo uso, des-de un airbag hasta un paracaídas o un extintor. Por motivos tanto económicos como medioambientales, es importante establecer cuáles son las condiciones óptimas de conservación para que estos dispositivos caduquen lo más tarde posible.
«Si sabemos qué factores afectan más a ese tiempo de vida, podemos establecer recomendaciones para que duren más», ahorrando recursos, afirma la matemática.
Sin embargo, puesto que los dispositivos son de un solo uso, cada uno ofrece poca información: solamente se sabe si el ejemplar funciona o no en un momento concreto, y averiguarlo implica desechar el dispositivo. Además, el coste elevado de algunos de ellos limita el número de ejemplares que se puede destinar a experimentación. La falta de datos siempre constituye un reto en la estadística, por eso la investigación de Castilla contribuye a «diseñar experimentos para sacar la mayor cantidad de información» sobre el dispositivo, según explica.
Castilla sintió curiosidad por la investigación durante sus estudios de grado en matemáticas y estadística en la Universidad Complutense de Madrid. Quiso «estar al otro lado» de los teoremas que veía en la carrera y «saber qué se siente cuando haces algo nuevo». Tanto el máster como el doctorado fueron conjuntos con la Universidad Politécnica de Madrid, y actualmente es profesora en la Universidad Rey Juan Carlos.
«Cuando yo estudié, la estadística estaba mal considerada», recuerda Castilla, que agradece que la era del big data y la inteligencia artificial esté contribuyendo a darle «más publicidad». La investigadora ha vivido el aumento de popularidad en primera persona, ya que cursó algunas asignaturas en grupos de cuatro personas «y ahora eso es impensable», asegura, pues hoy en día imparte las mismas clases a grupos de sesenta estudiantes. A pesar del prestigio social de las matemáticas y la estadística, Castilla lamenta que aún «es difícil alcanzar la estabilidad». Incluso contando con los méritos para optar a puestos permanentes, «tienen que pasar varios años» hasta que se consigue la anhelada plaza, expone. Con todo, el premio que ahora recibe proporciona una dosis de motivación para la investigadora, que celebra: «es un reconocimiento muy grande a todo el trabajo realizado; me da fuerzas para seguir continuando con ello».