Eneko Agirre
PREMIO DE INVESTIGACIÓN SOCIEDAD CIENTÍFICA INFORMÁTICA DE ESPAÑA-FUNDACIÓN BBVA
Premios Nacionales de Informática
2021
Ha obtenido el Premio Aritmel por sus contribuciones de excepcional valor en el ámbito del procesamiento de lenguaje natural, en particular en la explotación de grandes repositorios de texto, combinados con redes semánticas y en el aprendizaje no supervisado basado en computación neuronal, aplicada a la traducción automática.
CONTRIBUCIÓN
¿Cómo se puede lograr que las máquinas entiendan a las personas, y en concreto que nos entiendan en los muchos idiomas en los que hablamos? Esta es la pregunta que fascina al profesor Eneko Agirre, catedrático de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad del País Vasco (UPV-EHU), galardonado con el premio Aritmel “por sus contribuciones de excepcional valor en el ámbito del procesamiento de lenguaje natural”, según destaca el acta del jurado. “Me intriga sobre todo cómo las personas nos entendemos”, explica Agirre, “y qué mecanismos hay que añadir a una máquina para que entienda de qué hablamos”.
Por la “excepcional calidad de sus publicaciones científicas”, en palabras del jurado, Agirre se ha convertido en un referente internacional en su campo, ejerciendo como profesor visitante en la Universidad de Stanford y colaborando con el European Lab for Learning and Intelligent Systems, la sociedad que aglutina a los mejores investigadores europeos en Inteligencia Artificial.
En el centro de investigación HiTZ que dirige en la UPV-EHU, Agirre supervisó la tesis de Mikel Artexte – premiado en la categoría de Jóvenes Investigadores – en la que se ha comprobado por primera vez que una máquina puede aprender a traducir sin basarse en ningún recurso bilingüe. “Hasta ahora, se creía que para traducir entre dos idiomas hacía falta una especie de piedra Rosetta con traducciones entre ambas lenguas”, explica, “pero con nuestro trabajo hemos demostrado que, por ejemplo, para traducir entre el árabe y el chino, basta que la máquina lea muchos textos en estos dos idiomas”. Gracias a este avance, Agirre destaca que se ha ampliado el campo de los traductores automáticos “a idiomas para los que hay pocos recursos, como el euskera, el quechua o el swahili”.
Su grupo también está investigando cómo mejorar la capacidad de las máquinas para comprender el lenguaje informal: “La posibilidad de conversar de manera natural con una máquina empezará a ocurrir poco a poco. Ahora con el móvil o un altavoz inteligente hay tareas muy sencillas que podemos hacer, como poner música o llamar a alguien, y la máquina te entiende perfectamente. Pero el campo de comandos que pueda entender va a ir aumentando cada vez más”.
Además, Agirre también está liderando el desarrollo de sistemas para facilitar cualquier tarea que implique el procesamiento de un gran volumen de documentos. “Esto va a permitir”, asegura, “que en vez de tener que buscar documentos y luego leerlos, podremos preguntar directamente a la máquina lo que queremos y será capaz de encontrar la respuesta que buscamos”.