Investigadores ‘cronistas de una erupción’

Investigadores ‘Cronistas de una erupción’

PREMIOS CSIC-FUNDACIÓN BBVA DE COMUNICACIÓN CIENTÍFICA

Investigadores que han contribuido a la difusión del conocimiento a la sociedad

II edición

Por su excepcional trabajo para informar a la población, con rigor e inmediatez, sobre la erupción sucedida en la isla de La Palma en 2021-2022, demostrando la importancia crucial que tiene comunicar el conocimiento científico a la sociedad durante una emergencia.

CONTRIBUCIÓN

2022

Premios CSIC – Fundación BBVA de Comunicación Científica

II edición

Discurso de agradecimiento

Elisabeth Díaz Losada, responsable de cultura científica del IGME

El 19 de septiembre de 2021, tan solo una hora después de que se iniciara la erupción del volcán de La Palma, un equipo multidisciplinar del Instituto Geológico y Minero de España (IGME-CSIC) empezó a plasmar la información oficial disponible en aquel momento en una página web que irían actualizando de manera constante para incluir todas las novedades relevantes. En los tres meses que duró la erupción, la web acumuló más de dos millones de visitas.

Además, desde el primer momento, publicaron vídeos grabados sobre el terreno o resúmenes de vuelos de dron que incluían explicaciones de los acontecimientos. «Siempre hemos mantenido que una sociedad bien informada está más preparada para enfrentarse a lo que venga, tanto al proceso en sí, a la catástrofe, como a la recuperación. Desde el principio intentamos hacer eso, explicar de forma sencilla, pero correcta y veraz, lo que estaba pasando, porque era la mejor forma de contar con la colaboración de la gente», explica Nieves Sánchez, jefa de la Unidad Territorial del IGME en Canarias.

La información difundida por los cronistas de una erupción constituyó un apoyo esencial en la toma de decisiones para los servicios de emergencia. Poder seguir la evolución de las coladas, la columna eruptiva o la apertura de nuevos centros de emisión minuto a minuto y disponer de datos fiables para elaborar predicciones sobre su recorrido fue clave para diseñar medidas de autoprotección y protección civil.

«Nuestro objetivo no era sacar imágenes bonitas o impactantes, era conocer qué estaba pasando o qué había cambiado, o cómo había evolucionado, y eso les servía a las autoridades para saber qué tenían que hacer ese día o dónde dedicar más esfuerzos», resalta Sánchez.

Los vídeos difundidos por el IGME resultaron fundamentales para facilitar información rigurosa a los medios de comunicación, y de hecho el equipo recibió solicitudes por parte de medios de todo el mundo para poder utilizar estas imágenes, desde Francia a China. Además, a través de las redes sociales, los materiales generados llegaron directamente al público general, particularmente a los residentes de las zonas afectadas por la erupción y también a toda la ciudadanía que estuvo pendiente del evento.

Por todo ello, tal y como resaltó el jurado, el Premio CSIC-Fundación BBVA a los cronistas de una erupción «reconoce la importancia crucial que tiene comunicar el conocimiento científico a la sociedad durante una emergencia».