José Antonio Ruipérez Valiente

Reaccionar a tiempo cuando se prevé que un alumno no va a superar un curso es fundamental para que finalmente consiga aprobarlo. Dotar a los profesores de medios adicionales para que puedan intervenir cuando sea necesario es posible gracias a las herramientas de analítica de aprendizaje y minería de datos educacionales. A este campo, una intersección entre la informática, el análisis de datos y las ciencias educacionales, se dedica José Antonio Ruipérez Valiente, premiado por sus «relevantes contribuciones» para mejorar el proceso de  aprendizaje.

Cuando un estudiante interactúa con un juego educativo, un tutor inteligente o cualquier otro entorno virtual de aprendizaje, genera una gran cantidad de datos sobre todas las acciones que realiza en estas plataformas. «Dichos datos, implementando los algoritmos adecuados, se pueden usar para reconstruir su proceso de aprendizaje y aprender sobre cómo se aprende — explica Ruipérez—. Podemos utilizar algoritmos para recomendar los recursos educativos que deberían seguir utilizando, adaptar los contenidos en función de los conocimientos que tienen o proveer de herramientas de visualización que mejore su capacidad de conocer cómo progresan», señala. Y es que, a pesar de los grandes cambios sociales y tecnológicos de los últimos 50 años, Ruipérez considera que los entornos de aprendizaje virtuales «prometen asentarse dentro de la sociedad conectada en la que vivimos, aunque siguen estilos de enseñanza muy asentados en el siglo anterior».

Precisamente fue esa idea de sociedad conectada y su interés en Internet lo que le llevó a estudiar una ingeniería en Telecomunicaciones en la Universidad Católica San Antonio de Murcia. «El campo de investigación analítica de aprendizaje trabaja para ofrecer una verdadera revolución que puede tener numerosas repercusiones positivas en el proceso de aprendizaje», apunta Ruipérez. Por ejemplo, algunas de las posibles mejoras son la implementación de sistemas recomendadores que indiquen cuáles son los mejores contenidos
que tiene que completar cada estudiante, o la detección automática de problemas en recursos educativos. Su carrera ha estado enfocada, sobre todo, a la telemática, la rama más cercana a la informática, por centrarse en el desarrollo de aplicaciones, redes y protocolos de comunicación.

En mayo de 2017 alcanzó el grado de doctor en Ingeniería Telemática, y actualmente es asociado posdoctoral en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (Boston, EE. UU.). Respecto al reconocimiento de su trabajo a través de este galardón, Ruipérez explica que «premios como este me motivan a proseguir mi carrera investigadora y seguir luchando para contribuir a la ciencia y a la sociedad».