Jose-Francisco-Fernandez-Lozano-427×570

José Francisco Fernández Lozano

PREMIO DE FÍSICA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA DE FÍSICA - FUNDACIÓN BBVA

Física, Innovación y Tecnología

2021

Instituto de Cerámica y Vidrio, CSIC.

CONTRIBUCIÓN

Discurso

José Francisco Fernández Lozano

Vídeo

Entrevista con el premiado

Cuando los materiales están en forma de nanopartículas —motas tan diminutas que individualmente son invisibles al ojo humano—, adquieren propiedades distintas a las que manifiestan en fragmentos más grandes. Esto fascina a los científicos, y muy especialmente a José Francisco Fernández Lozano, que ha dedicado su carrera a jugar con nanopartículas para crear nuevos materiales con propiedades a la carta. «Con nanopartículas podemos hacer magnético o conductor un material que no lo es, podemos cambiar sus propiedades», explica.

Este profesor de investigación en el Instituto de Cerámica y Vidrio del CSIC, en Madrid, se ha esforzado además por convertir su fascinación científica en tecnología que llega al ciudadano. Es coautor de 35 familias de patentes, de las que una quincena están licenciadas. Ya hay en el mercado productos basados en ellas, como filtros solares en cremas y sistemas para garantizar la autenticidad de un documento. También ha fundado dos empresas spin-off.

No ha sido fácil. Durante el «complejo, duro y largo» proceso de transferencia de tecnología, Fernández Lozano se ha sentido «huérfano», una rara avis en un sistema no habituado a  conectar el conocimiento con el mercado. «No voy a poner paños calientes; la falta de tradición a la hora de transferir resultados hace que estés un poco solo».

La transferencia de tecnología es «el punto débil del sistema de ciencia español»: mientras que en producción científica mundial España ocupa el puesto diez, en protección internacional de patentes no llega al treinta, afirma. «Hay que tomárselo en serio, desarrollar una estrategia».

Fernández Lozano se hizo físico cuando un profesor de bachillerato le abrió un laboratorio y le animó a hacer prácticas: «Desde entonces no hubo vuelta atrás». La física, señala, es «una forma apasionante de explorar, puedes ver el universo e ir a la escala nanoscópica; puedes sentirte un explorador del siglo XXI». Además, añade, «tienes la posibilidad de contribuir» a hacer frente a los grandes retos; por ejemplo, «a conseguir materiales que por sus propiedades sean de verdad más sostenibles».

Este premio le hace recordar la gran cantidad de gente que le ha ayudado. Se trata de «un estímulo para seguir trabajando y enseñando a las generaciones jóvenes. Una alegría enorme».