Lluís Montoliu

Hace dos décadas, el padre de un niño con albinismo contactó con Lluís Montoliu para pedirle que les explicara a un grupo de familias en la misma situación los aspectos científicos sobre aquella enfermedad. Sin dudarlo, el investigador científico del CSIC y actual vicedirector del Centro Nacional de Biotecnología aceptó la invitación, y pronto reparó en la dificultad de transmitir sus conocimientos sobre el albinismo a familias que lo padecían: “Yo creo saber mucho, pero ellos saben infinitamente más que yo porque conviven veinticuatro horas al día con la enfermedad. Entonces, hay que adaptar el mensaje y abordarlo desde la honestidad y la humildad”.

Aquella charla impulsó definitivamente su extensa trayectoria como divulgador en el campo de la genética y las enfermedades raras, por la que ha sido reconocido con el Premio CSIC-Fundación BBVA de Comunicación Científica en la categoría de Investigadores. Montoliu ha logrado alcanzar un público masivo gracias a sus seis libros de divulgación —entre ellos, Editando genes: recorta, pega y colorea (2019), sobre la técnica CRISPR, y ¿Por qué mi hijo tiene una enfermedad rara? (2023)—; su blog sobre los límites éticos de la investigación Gen-ética —alojado en la plataforma divulgativa Naukas, con más de 300.000 usuarios únicos—; centenares de artículos en los principales periódicos, e intervenciones en programas de radio y televisión, así como numerosas conferencias y clases en institutos de educación secundaria. Además, también ha apostado por la comunicación científica a través de las redes sociales, donde ha logrado un amplio número de seguidores en X (antes Twitter), YouTube, Linkedin e Instagram.

Las estrategias de comunicación que ha desarrollado desde entonces pasan por seleccionar la información relevante para omitir los detalles y tener en cuenta quién es el público objetivo de la divulgación, siempre respetando su inteligencia. “Tú estás hablando a gente que es tan inteligente como tú —argumenta—. Igual tiene otros valores o talentos distintos al tuyo, pero no se trata de enseñar, sino de compartir lo que tú sabes. Si logras esta conexión realmente, es cuando tienes la receta adecuada”. Montoliu considera que una parte esencial de la comunicación de la ciencia consiste en divulgar los fracasos además de los éxitos: “equivocarse es parte del método científico”. Además, el galardonado también considera fundamental comunicar la dimensión ética de la investigación “para trasladar los valores que decide la sociedad sobre nuestras propuestas científicas”.