María Alonso Pena

Cuando se analizan fenómenos meteorológicos como la dirección del viento y las olas de mar, o algunos comportamientos de animales como el ángulo en el que un depredador persigue a su presa, las técnicas estadísticas convencionales no son fiables y en muchos casos pueden llevar a conclusiones erróneas. La investigación de María Alonso Pena aborda este problema con el objetivo de desarrollar nuevos métodos de estadística capaces de analizar datos que representen direcciones o ángulos de manera precisa.

«Esto es importante —explica la premiada—, porque, por ejemplo, si se tienen dos ángulos, como 5º y 355º, y se les hace la media, se obtiene un resultado de 180º, pero 5º y 355º apuntan en una dirección y 180º apuntan en la dirección opuesta. Por tanto, si algo tan simple como la media no tiene sentido, todas las técnicas estadísticas o la gran mayoría de ellas no son correctas para este tipo de datos y dan lugar a conclusiones completamente erróneas. Para obtener resultados fiables y corroborables, necesitamos aplicar nuevas herramientas de análisis».

María Alonso, actualmente profesora ayudante doctora en la Universidade de Santiago de Compostela tras completar una estancia posdoctoral en la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica), resalta que su investigación tiene múltiples aplicaciones, entre otras, en investigaciones sobre el medio ambiente, la etología o la neurología. De hecho, las metodologías desarrolladas gracias a su trabajo ya han empezado a emplearse en todos estos ámbitos.

Por ejemplo, se ha comprobado cómo la dirección del viento afecta a la concentración de partículas contaminantes con el fin de analizar hasta qué punto la presencia de una fábrica puede afectar a la contaminación en una ciudad. También se han investigado las estrategias de huida en animales para comprobar cómo el ángulo en el que un depredador persigue a su presa influye sobre su decisión de escapar.

«Incluso lo hemos aplicado a investigaciones sobre la actividad neuronal en primates —señala—, donde queríamos comprobar cómo los cambios de di rección en estímulos visuales pueden afectar a su respuesta cerebral. Así, hemos observado que de terminadas direcciones presentan más respuesta neuronal que otras».

María Alonso considera que hoy el papel de las matemáticas es especialmente trascendental, porque están detrás de casi todo lo que nos rodea «en una sociedad tan tecnológica e informatizada» que se enfrenta al reto de «gestionar recursos limitados» y necesita nuevas herramientas estadísticas para poder superar este enorme desafío con éxito.