María del Carmen Romero Fuster

Referente mundial en el campo de la teoría de singularidades con aplicaciones a la geometría diferencial, María del Carmen Romero Fuster ha mostrado a lo largo de su carrera un decidido compromiso con las personas y con la igualdad. Desde que diera sus primeros pasos en la investigación de la mano del profesor E. C. Zeeman en la Universidad de Warwick (Reino Unido), esta matemática reconocida con una de las Medallas de la RSME 2023 ha colaborado durante décadas con investigadores de países como Japón, Polonia o Inglaterra, y en particular con investigadoras de Brasil cuya conexión ha mantenido a lo largo de toda su carrera.

Siempre atraída por la geometría, porque le parecía «como más artística», pronto descubrió la teoría de catástrofes y la aplicación de la teoría de singularidades a su vocación geométrica, en lo que fue el prólogo de una línea de investigación donde ha conseguido un sólido prestigio internacional.

Como profesora en la Universidad de São Paulo (Brasil), inició una colaboración muy fructífera con el grupo de singularidades del Instituto de Ciencias Matemáticas y de Computación, que ha continuado en el tiempo y que la ha llevado a liderar diversos proyectos de investigación en distintos países. Con todo, empezar a dirigir una tesis era lo que más hacía vibrar a esta matemática valenciana, que recuerda con satisfacción «ver cómo a esa persona le pones un problema, empiezas a hablar con ella y empieza a pensar… Ver cómo se desarrolla y que estás ahí, codo con codo. Es una de las cosas más bonitas», concluye.

En su trayectoria también destaca su firme implicación en el fomento de la igualdad, con el impulso y la motivación a las jóvenes que querían dedicarse a la investigación. De hecho, la mayoría de las tesis doctorales que ha dirigido ha sido a mujeres matemáticas, y ha colaborado en la publicación de trabajos con investigadoras de España y del extranjero, en especial de Brasil, donde fundamentalmente trabajaba con mujeres. Pese a mostrarse consciente de que las mujeres afrontan mayores dificultades en el mundo académico e investigador, defiende que «cuando quieres conseguir una cosa te la tienes que creer, tienes que ir como si fueras una apisonadora, no te puedes desanimar nunca», y valora cómo la situación ha mejorado gracias al trabajo realizado.

También valora, en general, lo que aportan las matemáticas a las personas en cuanto a la capacidad lógica, de resolver problemas («no importa de qué») y de llegar a conclusiones «más fiables». De ahí su convicción sobre la importancia de garantizar una buena cultura matemática para toda la sociedad.