Nicolás Calvo
PREMIO DE INVESTIGACIÓN SOCIEDAD CIENTÍFICA INFORMÁTICA DE ESPAÑA-FUNDACIÓN BBVA
Investigadores Jóvenes Informáticos
2021
Por sus aportaciones significativas en el campo de la computación de altas prestaciones aplicada a la resolución de aspectos tan críticos en la actualidad como es la optimización de la eficiencia energética y de la producción de las energías renovables.
CONTRIBUCIÓN
Nicolás Calvo ha centrado su investigación en la optimización de las centrales solares de torre. Estas centrales, que obtienen energía termosolar por concentración, cuentan con un campo de espejos reflectantes llamados helióstatos que concentran la energía solar en un receptor que está en la torre.
La colocación de dichos espejos puede dar ciertos problemas: se pueden dar sombras unos a otros, la radiación puede llegar en un mal ángulo al receptor, o puede que la cantidad de energía que llegue lo sea la correcta. “Hemos trabajado en ambas líneas en términos de optimización: la mejor forma de poner los espejos en superficie y la mejor forma de enfocarlos una vez que están en el receptor”, explica Calvo, investigador postdoctoral en el departamento de Informática de la Universidad de Almería.
El proceso de optimización da lugar a un problema muy costoso: la simulación de muchas variables. “Hay que llevar a cabo muchas interacciones durante mucho tiempo, y la mejor manera de abordarlo es dividir esos problemas en subproblemas que se puedan solucionar en paralelo, usando distintos procesadores en una misma máquina”, indica el premiado. “Se trata de usar la supercomputación para abordar problemas más grandes en un tiempo factible”, añade.
Para Calvo, fueron los virus informáticos los responsables del inicio de su interés por la informática en la adolescencia. “Me interesaban como pequeños seres artificiales que simulan vida. Y en relación a ello fui aprendiendo a hacer programas: una calculadora, un programa para modificar texto y cifrarlo, otro para actualizar el antivirus de forma remota…”, indica. “Nunca he dudado si hacer informática o no. Al final para resolver problemas y comunicarte con la máquina necesitas hablar su idioma, y ese es el lenguaje de programación”.
El investigador considera que el futuro de la investigación es “incierto”, ya que los recursos son limitados y es difícil hacerse hueco. “Pero quiero seguir con la investigación todo lo que sea posible. En ese sentido, este premio supone un espaldarazo y una motivación para seguir dando lo mejor de mí”, destaca.