Oriol Romero Isart
Premio de Física Real Sociedad Española de Física - Fundación BBVA
2012
Recibe el premio Investigador Novel en Física Teórica por "la excelencia y calidad de sus trabajos de investigación, entre las que cabe destacar la Información Cuántica y Óptica Cuántica".
CONTRIBUCIÓN
Oriol Romero es catedrático de la Universidad de Innsbruck (Austria) y uno de los dos Directores Junior del Instituto de Óptica Cuántica e Información Cuántica de la Academia Austriaca de Ciencias, co-dirigido por Peter Zoller (Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento 2008 en Ciencias Básicas).
Previamente, fue Investigador Asociado en el Instituto Max Planck de Óptica Cuántica, en Garching (Alemania), que dirige Ignacio Cirac (también Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento 2008 en Ciencias Básicas, compartido con Zoller) y al que llegó con una beca postdoctoral tras doctorarse en 2008 en la Universidad Autónoma de Barcelona.
Romero Isart estudia hasta qué escala se pueden observar los efectos cuánticos. Las leyes de la física cuántica rigen el ámbito de lo muy pequeño: a escala de los átomos se dan fenómenos que resultan del todo anti-intuitivos en el mundo macroscópico, como la superposición cuántica, que permite a una partícula a estar en dos sitios a la vez. ¿A partir de qué tamaño dejan de observarse estos efectos? Una de las dificultades para saberlo, explica Romero Isart, es que “es muy difícil aislar los objetos macroscópicos”, algo indispensable para que puedan emerger los efectos cuánticos.
Él ha propuesto recientemente un experimento en que se aíslan nanoesferas de cristal atrapándolas con luz (pinzas ópticas); estas esferas, que contienen miles de millones de átomos, serían los mayores objetos en que se observarían efectos cuánticos hasta ahora. Varios laboratorios en todo el mundo tratan de llevar a cabo el experimento. Si saliera bien se abriría la puerta a un área “mucho más especulativa”, dice Romero Isart: la superposición de sistemas biológicos muy pequeños, como los virus. “Es la misma escala de tamaño, se puede plantear”. ¿Estaría vivo un ser ‘superpuesto’? La pregunta queda abierta.