Pedro Miguel Sánchez Sánchez

«La tecnología está completamente integrada en la sociedad y eso se traduce en un gran peligro por los ciberataques que pueden afectar a nuestros dispositivos», advierte Pedro Miguel Sánchez Sánchez. Este joven científico galardonado ha centrado su trabajo en identificar ciertos riesgos en la seguridad de los dispositivos del internet de las cosas, «un objetivo crítico para que funcionen correctamente estas tecnologías y que la gente tenga confianza en los dispositivos que utiliza en su día a día»..

El investigador posdoctoral de Ingeniería de la Información y las Comunicaciones en la Universidad de Murcia emplea técnicas de aprendizaje automático y profundo para detectar minúsculas variaciones entre dispositivos aparentemente iguales, discrepancias que pueden delatar una vulneración en la seguridad. «La idea es utilizar pequeñas variaciones en el rendimiento de los dispositivos para identificarlos y ser capaces de ver si se ha producido un ciberataque en el que se haya reemplazado un dispositivo por otro casi idéntico», explica.

«Los ataques son cada vez más sofisticados, y hay personas muy inteligentes trabajando en ellos –—continúa—. Por eso supone un reto mantenerse al día de las nuevas amenazas que surgen». Además, Sánchez considera de máxima importancia mantener la confianza y la seguridad en los modelos de inteligencia artificial que se utilizan hoy en día, de tal manera que «las preocupaciones sociales que existen al final se solventen, y las amenazas que se producen se puedan mitigar».

El investigador galardonado atribuye su éxito a la «mezcla de perseverancia y curiosidad» con la que aborda su trabajo, además de a rodearse de un buen equipo: «Tienes que ser curioso para probar nuevas estrategias y estar al día, y ser perseverante cuando lo que pruebas no funciona».

A Sánchez le preocupa el posible mal uso que pueda hacerse de las tecnologías, desde los jaqueos hasta la invasión de datos personales que a veces conlleva la transformación digital: «Creo que esa es una de las grandes trabas que puede haber a la hora de que la sociedad en su conjunto acepte la tecnología aún más de lo que lo hace hoy en día».

En el mundo actual, el joven investigador premiado considera que su disciplina es de primordial importancia: «La sociedad del siglo XXI no se entiende sin informática. El coche tiene ordenadores, trabajamos con ordenadores, hasta la lavadora tiene conexión a internet», ejemplifica. Por ello, «mantener un entorno seguro en el internet de las cosas es crítico para potenciarlo y que realmente llegue a toda la sociedad».