Umberto Martínez Peñas
PREMIO DE INVESTIGACIÓN MATEMÁTICA VICENT CASELLES
2019
Universidad de Toronto (Canadá)
CONTRIBUCIÓN
Una medida del éxito de las matemáticas es, paradójicamente, su invisibilidad. «Detrás de los desarrollos de la actual era tecnológica hay un componente matemático fuerte; el usuario puede que no lo vea, pero hay mucha investigación plasmada en patentes y artículos. La mayoría de ellos no se acaban utilizando, pero para llegar a los resultados que realmente se van a usar necesitamos pasar por ese camino intermedio», afirma Umberto Martínez Peñas (Valladolid, 1991), licenciado en Matemáticas por la Universidad de Valladolid, doctor por la Universidad de Aalborg (Dinamarca) y actualmente investigador posdoctoral en la Universidad de Toronto (Canadá).
Martínez Peñas hace matemáticas aplicadas a las telecomunicaciones. Estudia los fundamentos matemáticos de la teoría de la información, de naturaleza algebraica, combinatoria y geométrica. En particular, emplea herramientas algebraicas para resolver problemas en las áreas de almacenamiento de datos y codificación en redes —relacionada con la corrección de errores y la garantía de intimidad—: «Para nosotros un mensaje es una cadena de bits, de ceros y unos, y lo tratamos como si fuera un elemento de lo que se llama un cuerpo finito, un objeto algebraico abstracto —explica—. Utilizamos herramientas algebraicas para corregir errores en la transmisión del mensaje».
Su tesis doctoral, financiada por un proyecto titulado ¿Cómo de secreto es un secreto?, se centró en la corrección de errores. Ya doctor, su resultado más relevante es el desarrollo de una nueva versión —una versión linearizada— de un tipo de código de detección y corrección de errores, el código Reed-Solomon, inventado en los años sesenta y muy empleado para corregir fallos en los CD, telefonía móvil y satélites espaciales, entre ellos, sondas interplanetarias como la Galileo a Júpiter y la Magallanes a Venus.
La productividad de Martínez Peñas se considera muy alta, con una quincena de trabajos publicados solo en los últimos tres años, además de nueve presentaciones en congresos sobre diversos aspectos de teoría de códigos y sus aplicaciones a la seguridad en la transmisión de la información, codificación en red y almacenamiento distribuido.
«Cuando se trabaja en áreas tan específicas —señala el joven investigador—, a veces es difícil explicar lo que haces; este premio es una especie de sello de calidad importante que ayuda a afianzarse».