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Estudio del Departamento de Estudios Sociales y Opinión Pública de la Fundación BBVA

La mayoría de los españoles percibe a los animales como seres cercanos, con emociones similares a los humanos, y rechaza su uso en espectáculos públicos de entretenimiento

En el marco del programa de investigación de opinión pública sobre distintas áreas de valores y actitudes de la población española y, en particular de la cultura medioambiental, desarrollado por la Fundación BBVA en las dos últimas décadas, el estudio “Percepciones de la naturaleza y los animales” examina un conjunto de percepciones y actitudes hacia los animales.

27 febrero, 2025

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Estudio sobre Percepciones de la naturaleza y los animales

Se analizan, en primer lugar, valoraciones muy generales como la visión de la naturaleza (valores medioambientalistas frente a valores instrumentales) y la visión de (dis)continuidad y (di)similitud entre los animales y los seres humanos.  En segundo término, el estudio se centra en una serie de ámbitos de relación de los humanos y los animales y las actitudes diferenciadas respecto a los usos de los animales en función de los diversos propósitos.

Además del perfil general o dominante se presentan las diferencias atendiendo a factores sociodemográficos y culturales: la edad, el sexo, el nivel de estudios, el autoposicionamiento ideológico, la simpatía política por diferentes partidos y los valores generales de la visión de la naturaleza y la cercanía con el mundo animal. En algunos casos, se ofrece la serie temporal de estudios previos de la Fundación BBVA, que permite apreciar las tendencias en el mapa de creencias y actitudes.

La información empírica ha sido obtenida a través de una encuesta telefónica a una muestra de 2.033 personas de 18 y más años, representativa de la población en España. El trabajo de campo ha sido realizado por Imop Insights en enero y febrero de 2025. El diseño del cuestionario y el análisis de los datos ha sido llevado a cabo por el Departamento de Estudios Sociales y Opinión Pública de la Fundación BBVA.

Un cambio profundo en la percepción de los animales y su consideración moral

Los animales ocupan un espacio central, material y simbólico en la vida de los seres humanos, desde la agricultura, la ganadería y la alimentación al ocio y el entretenimiento, la investigación científica y médica, el vestido, como compañía en el hogar o la familia, como ayuda en terapias, la seguridad y defensa (usos en el ejército y la policía), la observación de su comportamiento en la naturaleza (directa o a través del cine, documentales e Internet), en la religión, el arte, la literatura y el lenguaje.

En las últimas décadas han emergido o se han transformado numerosas disciplinas y subdisciplinas dedicadas al estudio científico de distintas facetas de la biología, la salud y bienestar, la psicología y el comportamiento de los animales, desde la más clásica, la veterinaria, a la etología, la epidemiologia, la cognición y la comunicación animal. Por su parte, la ecología y la biología de la conservación, desde su constitución misma, han tenido como parte esencial de su objeto formal de investigación los animales en sus ecosistemas. A esas áreas de la investigación científica se han sumado los estudios humanísticos y sociales, desde la filosofía y la ética a la historia, la antropología y la sociología, la geografía, el derecho y más recientemente el campo interdisciplinar dedicado al análisis de la interacción entre seres humanos-animales (Human-Animal Studies).

Desde la perspectiva que interesa aquí –la caracterización de las percepciones, los valores, predisposiciones y conducta de la población adulta, cartografiables a través de encuestas–, hay que notar que la amplía literatura académica especializada y numerosas encuestas internacionales documentan la emergencia desde finales de los años sesenta del siglo XX de un cambio profundo en la cultura medioambiental más general: despegue y amplia difusión de valores menos instrumentales y de explotación del medio ambiente natural, apreciación del valor de la biodiversidad, preocupación por el bienestar animal, e incremento de la cultura científica de la población en el dominio de las ciencias de la vida y el medio ambiente.

Al mismo tiempo, el desarrollo de economías de servicios y pautas de fuerte urbanización han acarreado la invisibilización de los procesos de los varios tipos de ganadería base de la alimentación, por la mediación aséptica del supermercado (con etiquetados limitados a solo algunos productos, en ocasiones insuficientes para dar una imagen precisa al consumidor sobre las distintas facetas del bienestar animal origen de los alimentos).

Otros ámbitos de interacción y uso de animales, en especial en el laboratorio, han estado tradicionalmente fuera del campo de visión del público, tanto por el lugar institucional y físico de su desarrollo como por el supuesto generalmente aceptado de que los objetivos de la investigación de la que forman parte tienen valencia positiva y corre a cargo de una comunidad profesional, la de los investigadores, altamente valorada y en la que se confía. Puntualmente, la difusión por activistas de casos de abusos o maltrato en animalarios y laboratorios ha abierto a escrutinio y, en algunos países, a debate las condiciones del uso de animales en la investigación.

En paralelo a los procesos de urbanización se ha dado un fuerte incremento de los animales de compañía en el hogar y en actividades al aire libre, siendo considerados en muchos casos como “miembros de la familia”, un fenómeno que ha permitido a aproximadamente la mitad de la población observar y tener la vivencia de interactuar cognitiva y emocionalmente con un subconjunto muy reducido del mundo animal, pero suficiente para el desarrollo de empatía con el conjunto más amplio de los animales. El crecimiento de la observación directa del comportamiento animal en entornos naturales o artificiales (acuarios, zoológicos, parques) y la explosión de documentales sobre naturaleza y “mundo animal” en televisión e Internet han contribuido a disminuir la distancia –el conocimiento y la empatía– con los animales por parte de la población urbana.

Entre los factores adicionales a los acabados de mencionar, que componen el contexto general en el que se inscriben las percepciones y actitudes de la población objeto del presente estudio, hay que señalar los siguientes.

Cambios conceptuales, en las ideas en circulación en la cultura general de la sociedad, principalmente a través de los medios de comunicación, provenientes tanto de un más profundo conocimiento de la biología, las capacidades y el comportamiento de los animales, como de desarrollos en filosofía y bioética desde mediados de los años setenta del siglo pasado, con numerosos e influyentes autores, destacadamente Peter Singer, galardonado en 2023 con el Premio Fronteras del Conocimiento en Humanidades, con una amplia producción en la que sobresale el clásico Animal Liberation (1975, nueva edición en 2023, con prólogo de Yuval Noah Harari), Tom Regan, Animal Rights (1983), Bernard E. Rollin, Animal Rights and Human Morality (2006), Paola  Cavalieri, The Animal Question (2001), Richard D. Ryder, Animal Revolution (2000), Martha C. Nussbaum, Premio Princesa de Asturias, con su reciente obra, Justice for Animals (2022) y, entre nosotros, Jesús Mosterín, ¡Vivan los animales! (1998), El reino de los animales (2013) y El triunfo de la compasión. Nuestra relación con los otros animales (2014). El tratamiento conceptual de los animales en el campo de la ética ha dado fundamentación doctrinal a diversos movimientos y organizaciones de protección de los animales, al tiempo que se ha visto influido por la propia evolución y diferenciación de esos movimientos.

Esos desarrollos, junto a la acción colectiva impulsada por las organizaciones conservacionistas y de protección de los animales, han influido en el campo del derecho, en la regulación, las políticas públicas y el comportamiento de empresas de diversos sectores que han ido incorporando a su cultura y operativa las regulaciones de obligado cumplimiento y los estándares éticos de respeto de la dignidad y bienestar animal.

Con el nuevo o renovado conocimiento científico sobre los animales, la conceptualización ética de las varias facetas del comportamiento respecto a los animales y la apreciación, más o menos difusa, por la mayoría de la población de los “intereses” de los animales, un amplio conjunto de países –incluyendo España, con la aprobación en 2023 de la Ley de Protección de los Derechos y el Bienestar de los Animales– y la Comisión Europea han ido introduciendo de manera fragmentaria piezas de legislación y actuaciones administrativas que dan forma y dotan de eficacia colectiva al conocimiento y la sensibilidad moral sobre los animales en el presente.

Los factores acabados de apuntar toman forma y llegan a la opinión pública de los países europeos de manera diferencial. El presente estudio pretende reflejar el estado de situación en España en el presente.

Los valores medioambientalistas predominan sobre la visión instrumental de la naturaleza

El estudio muestra, en primer lugar, que los valores medioambientalistas suscitan una generalizada e intensa adhesión en la sociedad española. Existe un amplísimo acuerdo en torno a la idea de que “el planeta Tierra es una joya que debemos preservar” (media de 9,6 en una escala de 0 a 10) y de que la naturaleza es una fuente de “paz y tranquilidad” (9,0), cuyo frágil equilibrio “es muy delicado y fácilmente alterable” por la actividad humana (8,5).

En el marco de esta visión predominante sobre el valor de preservar la naturaleza, la mayoría de los españoles considera que la diversidad de plantas y animales debe preservarse (9,2).

La prosperidad material y la conservación del medio ambiente no se perciben como una dicotomía excluyente: predomina la visión de que “se puede crecer económicamente y a la vez proteger la naturaleza” (8,3).

Supeditar la expansión del bienestar material a la explotación de la naturaleza, y justificar el uso y dominio de los animales por los beneficios instrumentales que proporcionan a la sociedad obtienen una muy baja aceptación. Así, la idea de que “el crecimiento económico es más importante que la protección de la naturaleza” es ampliamente rechazada por los ciudadanos (3,6), como la creencia de que los seres humanos “tenemos derecho a dominar a los animales” (3,0) y que “los animales existen para ser usados por los humanos” (3,0). Sin embargo, la idea de que “la explotación de la naturaleza es inevitable si la humanidad quiere progresar” (5,0), así como que “las plantas existen para ser usadas por los seres humanos” (4,8) dividen las opiniones.

En conjunto, sumando el nivel de acuerdo con cinco indicadores de percepciones de la naturaleza, en la sociedad española predomina claramente la visión no materialista de la misma (43%) y la intermedia (46%) sobre la materialista (11%).

Esa visión no materialista de la naturaleza se incrementa entre las mujeres, los jóvenes, quienes tienen estudios de segundo y tercer grado, bajo nivel de religiosidad, entre quienes se identifican con la izquierda y, de manera más marcada, quienes simpatizan con Sumar. La visión materialista es minoritaria en todos los casos, aunque supera el 20% entre los de mayor edad, con un mayor nivel de religiosidad, quienes se ubican en la derecha y simpatizan con el PP y Vox. Quienes tienen animales en el hogar se caracterizan por una visión menos instrumental de la naturaleza que quienes no los tienen.

Los animales, un universo cercano con emociones similares a los humanos

La mayoría de los españoles percibe un continuum entre el mundo animal y el de los humanos en la dimensión sensitiva-emocional y social-relacional, mientras que hay más división respecto a la similitud en algunas facetas de la dimensión cognitiva y racional, como la capacidad de pensamiento y la planificación.

Amplias mayorías consideran que los animales sienten dolor físico (8,4) y miedo (7,7) de manera similar a los seres humanos, que tienen emociones parecidas a las nuestras (7,0) y sienten placer de manera parecida (6,7).

Con respecto a la dimensión de las capacidades cognitivas, por un lado, la mayoría considera que los animales tienen memoria y recuerdos similares a los seres humanos (6,6) y también, aunque más moderadamente, que poseen capacidad de lenguaje (5,5). Por el contrario, la mayoría no cree que su capacidad para planificar acciones sea similar a la humana (4,7) ni que su manera de pensar sea parecida a la de los humanos (4,6).

La mayoría percibe también similitud en los vínculos familiares que existen entre los animales (7,2) y, de manera menos marcada, respecto a las relaciones de dominio y sumisión (6,3).

La evolución de los últimos quince años (2008-2025), reflejada en los sucesivos estudios realizados por la Fundación BBVA, evidencia una pauta de incremento de la percepción de continuidad entre los seres humanos y los animales, especialmente en las facetas sensitiva-emocional y relacional. Mientras que en 2008 la media de acuerdo sobre la similitud del dolor físico y el placer en animales y humanos era del 6,9 y 5,7, respectivamente, en la actualidad es de 8,4 y 6,7.

En conjunto, a partir de un análisis de los ítems que miden la similitud de los animales y los seres humanos en las facetas cognitiva, emocional y social, el estudio muestra que cerca de la mitad de la población (45%) percibe un alto nivel de cercanía entre animales-humanos, un 47% se sitúa en una posición intermedia y tan sólo un 7% percibe un nivel de cercanía bajo.

Percepciones dualistas sobre el uso de animales: amplia aceptación para investigación y alimentación, y rechazo generalizado para entretenimiento y usos estéticos

Con respecto a las percepciones sobre el uso de animales para distintas actividades se observa una partición nítida: existe amplia aceptación de usos ligados a la investigación veterinaria para mejorar su salud (6,7), para investigaciones médicas que sirvan para mejorar la salud de las personas (5,8) y para investigaciones científicas que puedan ampliar el conocimiento de la vida (5,6), así como para la alimentación de los seres humanos (6,1), frente a un rechazo generalizado y muy marcado hacia el uso de animales para fines como las corridas de toros (1,8), la caza deportiva (1,6), el circo (1,4) investigaciones para la producción de cosméticos (1,3), el entretenimiento en fiestas locales (1,3) y la confección de ropa, complementos  y abrigos de piel (0,9). Con respecto a la investigación para elevar la calidad de algunos alimentos, como carne, leche y huevos, existe división en las valoraciones (4,6).

La serie temporal de estudios muestra una tendencia decreciente en el nivel de aceptación de diferentes usos de los animales como para la alimentación, en investigaciones médicas y científicas, aumentando el rechazo hacia el uso de los animales en el circo y en investigaciones para la producción de cosméticos.

Aceptación del uso de animales en la investigación y la alimentación según características sociodemográficas, ideológicas, visión de la naturaleza y los animales

El nivel de aceptación del uso de animales para la investigación veterinaria, médica y científica es más alto entre los hombres, quienes tienen un mayor nivel de religiosidad, se identifican ideológicamente con la derecha y entre quienes simpatizan con el PP y Vox.

La aceptación del uso de animales para la investigación se modifica según la visión de la naturaleza, aumentando significativamente entre quienes tienen una valoración materialista o instrumental. Influye también, aunque más moderadamente, la visión de los animales, incrementándose la aceptación entre quienes perciben discontinuidad entre los animales y los seres humanos.

El apoyo al uso de animales en la investigación se incrementa entre quienes no tienen animales en el hogar.

El nivel de aceptación del uso de animales para la alimentación y en investigaciones para mejorar la calidad de algunos alimentos se acentúa entre los hombres, los jóvenes, quienes expresan un alto nivel de religiosidad, se ubican ideológicamente en la derecha, y entre quienes simpatizan con Vox y el PP.

La visión de la naturaleza también influye significativamente en la aceptación del uso de animales para la alimentación y, más aún, para investigaciones para mejorar la calidad de algunos alimentos. Aumenta entre aquellos que tienen una visión instrumental de la naturaleza y también entre quienes no perciben similitudes entre animales y seres humanos y quienes no tienen animales en el hogar.

Rechazo del uso de animales para fines de entretenimiento y estéticos según variables sociodemográficas, ideológicas, visión de la naturaleza y los animales

El rechazo hacia el uso de animales con fines vinculados al entretenimiento es generalizado. Ese rechazo ampliamente compartido es extremo entre quienes se ubican en la izquierda y el centro, simpatizan con Sumar y el PSOE y se hace menos marcado entre quienes se ubican en la derecha y simpatizan con Vox y el PP.

La visión de la cercanía entre animales y seres humanos y, más aún, la visión instrumental de la naturaleza está claramente vinculada a la aceptación del uso de animales para fines de entretenimiento. Aunque genera rechazo en todos los segmentos, el rechazo es menos acentuado entre quienes tienen una visión instrumental de la naturaleza y perciben un menor nivel de continuidad entre animales y humanos.

El uso de animales con el propósito de confeccionar ropa, complementos, abrigos de piel o producir cosméticos suscita un rechazo trasversal. Es aún más extremo entre las mujeres, entre los de baja religiosidad, quienes se declaran de izquierda y simpatizan con Sumar y el PSOE, quienes tienen una visión no materialista de la naturaleza y quienes perciben una mayor continuidad entre los animales y los seres humanos.

Ficha técnica:

  • Ámbito geográfico del estudio: España.
  • Universo: población general de 18 años y más.
  • Método: encuesta telefónica asistida por ordenador.
  • Tamaño y distribución de la muestra: 2.033 casos. Distribución de la muestra aleatoria y con selección del individuo según cuotas de sexo y edad.
  • Error de muestreo: el error muestral estimado con un nivel de confianza del 95,5% y en el caso más desfavorable (p=q=0,5) es de +/- 2,2.
  • Fecha de realización del trabajo de campo: enero y febrero de 2025.
  • El trabajo de campo ha sido coordinado y ejecutado por Imop Insight.
  • El diseño del cuestionario y el análisis de los datos se han llevado a cabo por el Departamento de Estudios Sociales y Opinión Pública de la Fundación BBVA.