La Fundación BBVA patrocina la exposición La Edad de Oro de la pintura holandesa y flamenca en el Museo Guggenheim

Del 7 de octubre de 2010 al 23 de enero de 2011 el Museo Guggenheim Bilbao acogerá La Edad de Oro de la pintura holandesa y flamenca del Städel Museum. La muestra, que cuenta con el patrocinio de la Fundación BBVA, ofrece al visitante un recorrido por 130 obras maestras de este período, en su mayoría nunca antes exhibidas en España.

6 octubre, 2010

Del 7 de octubre de 2010 al 23 de enero de 2011 el Museo Guggenheim Bilbao acogerá La Edad de Oro de la pintura holandesa y flamenca del Städel Museum. La muestra, que cuenta con el patrocinio de la Fundación BBVA, ofrece al visitante un recorrido por 130 obras maestras de este período, en su mayoría nunca antes exhibidas en España.

Comisariada por Jochen Sander, Subdirector y Conservador de pintura Alemana, Flamenca y Holandesa del Städel Museum, la exposición incluye obras maestras de más de 80 artistas, entre los que se encuentran los más relevantes de este período: Jan Vermeer, Rembrandt, Frans Hals, Peter Paul Rubens, los Brueghel, Jordaens y Teniers, Gerard ter Borch, Jan Steen, Jan van Goyen, Cornelis de Heem, Karel van Mander, Dirck van Baburen, Abraham Mignon o Adriaen Brouwer, entre otros.

Sandler ha establecido un recorrido temático por cinco grandes secciones, que se corresponden con los grandes géneros de la pintura en los que los artistas de la época se especializaron: Naturalezas muertas, Historia, Paisaje, Retrato y Pintura de género e interior.

Los logros de la llamada Edad de Oro de la pintura holandesa y flamenca, se representan de forma excepcional en El geógrafo, del gran pintor holandés Jan Vermeer, precursor en el uso de herramientas ópticas como la cámara oscura, que produjo poco más de una treintena de obras, y cuya relevancia en la historia del arte no fue reconocida hasta doscientos años después de su muerte.

Del grupo de las Naturalezas muertas, y sus hermanos por proximidad los bodegones, destacan las piezas florales de la pintora Rachel Ruysch, la artista femenina más reconocida y de mayor éxito de su época, la Vanitas de Peter Willebeeck, o el Bodegón con fruta, pastel y copas de Jan Davidsz.

En el apartado de la Historia, que gozó tan buena aceptación en el siglo XVII, merece lugar destacado David toca el arpa ante Saúl, de Rembrandt Harmensz van Rijn y la que del mismo tema realizó Peter Paul Rubens, modificado tras su muerte por uno de sus colaboradores, Jan Boeckhorst.

Entre los Paisajes habría que mencionar las marinas de Simon de Vlieger, como Fragata disparando salvas de cañón y Balandro con mar en calma, y las de su discípulo Willem van de Velde. Aunque pocos supieron captar la extensión del cielo y la vivacidad de las nubes de manera tan soberbia como Jan van Goyen, cuyos paisajes monocromos ocupan lugar destacado en esta sección de la muestra.

Por su parte, los Retratos cumplían una función social en mayor medida que los cuadros de otros géneros, al representar el estatus del personaje mostrado. Esta sección exhibe obras maestras de dos de sus principales exponentes: Frans Hals, el retratista más famoso de Haarlem, que supo caracterizar sus modelos con pinceladas de efecto casi abstracto; y Rembrandt, el ambicionado pintor de historia que en la década de 1630 conquistó el mercado del retrato de Ámsterdam.

Las Pinturas de género cuyo iniciador fue Pieter Bruegel el Viejo, cuentan en Amberes con David Teniers el Joven, que prosiguió la tradición familiar, ya que se casó con la nieta de Bruegel. La exposición alberga algunas de sus obras más relevantes como Dos campesinos fumando junto al fuego de carbón o Fumador en la taberna.

Entre las actividades complementarias puestas en marcha con motivo de la exposición, además de conferencias y proyecciones, están los espacios didácticos, en los que el visitante hallará herramientas educativas y soportes experimentales para aproximarse a la muestra desde la perspectiva contemporánea de la cultura visual, adentrándose en aspectos particulares de la sociedad holandesa del siglo XVII, conociendo la importancia de la imagen en esa época y cómo ha evolucionado su estatus y percepción desde entonces hasta nuestros días.