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El Nobel de Física Sheldon L. Glashow no cree que los neutrinos viajen más rápido que la luz

El Nobel de Física Sheldon L. Glashow, autor de algunos de los hallazgos históricos sobre los que se apoya la física actual, y Albert de Roeck, uno de los principales investigadores en el acelerador de partículas LHC, en el CERN, intervinieron el pasado sábado 17 de diciembre en la conferencia “En las fronteras de la física: el acelerador LHC, resultados y perspectivas”, en la Fundación BBVA.

19 diciembre, 2011

Glashow, de 79 años, actualmente en la Universidad de Boston (EEUU), ha abordado estos meses el problema de que los neutrinos –partículas casi sin masa que apenas interactúan con la materia– parecen viajar más rápido que la luz, según los recientes resultados del detector de neutrinos OPERA, en Italia. Glashow ofreció el pasado octubre una explicación de porqué estos resultados deben ser erróneos. Sin embargo, aún no se ha hallado fallos en el diseño del experimento o los instrumentos de medida.

En su intervención, titulada Una breve historia de la física de partículas y el importante papel jugado por los neutrinos, Glashow dejó clara su visión de que,  si se aplican las leyes físicas que se conocen hasta ahora, “el resultado obtenido por la colaboración OPERA no puede ser correcto. Si lo fuera tendríamos que abandonar tantas cosas, sería un sacrificio tan enorme…”.

Aunque, en Física, el único árbitro que dice lo que es correcto o incorrecto es la propia naturaleza: “Desde luego aún es del todo posible que el resultado obtenido por la colaboración OPERA sea correcto, y que por tanto sepamos muchísimo menos de lo que creemos. Pero si es así, lo anuncio oficialmente: le gritaré a la madre naturaleza ¡Me rindo! Y dejaré la Física”.

Glashow es uno de los constructores de la teoría del Modelo Estándar, que explica cuáles son las partículas elementales de que está hecha la materia conocida. El Nobel le fue concedido en 1979 por descubrir junto con Steven Weinberg y Abdus Salam –también premiados– que las fuerzas electromagnética y débil –responsable de algunas desintegraciones radiactivas– son en realidad una sola, la fuerza electrodébil.

Como todos los físicos de partículas, Glashow sigue ahora muy de cerca los resultados del acelerador de partículas LHC (Gran Colisionador de Hadrones, en sus siglas en inglés), del CERN, en Ginebra. En los datos recabados por el LHC a lo largo de los meses pasados podría estar ya la huella del bosón de Higgs, la partícula que explica por qué las demás partículas tienen masa. Detectar el Higgs es esencial para corroborar que el Modelo Estándar funciona.

Se estrecha el cerco al Higgs

De esto último habló Albert de Roeck, miembro del experimento CMS del acelerador LHC. En su charla El Gran Colisionador de Hadrones (LHC): la máquina del Big-Bang, De Roeck explicó en qué estado se encuentra la caza del Higgs.

El experimento CMS es uno de los que ha presentado resultados esta semana. Según el CERN, los datos de que se dispone ahora “son suficientes para avanzar de modo significativo en la búsqueda del bosón de Higgs, pero no bastan para hacer declaraciones concluyentes sobre la existencia o no existencia del elusivo Higgs”.

Para De Roeck, los resultados presentados “son muy importantes porque, en primer lugar, acotamos la región en la que debe vivir el bosón de Higgs [la masa que debe tener la partícula]. Antes de estos resultados aún era posible que el Higgs fuera muy masivo, ahora sabemos que no es el caso”.

“En segundo lugar –prosiguió De Roeck- “en la pequeña región en que aún no podemos excluir la existencia del Higgs vemos un sugerente exceso de eventos, lo que podría significar que estamos siendo testigos del nacimiento de una señal para el Higgs”.

Esta partícula nunca se ve directamente; lo que se hace en el LHC es generar partículas nuevas a partir del choque de dos partículas aceleradas casi a la velocidad de la luz; si entre las nuevas partículas generadas está el Higgs, los detectores detectan una señal específica.

“Sin embargo, en este momento nuestra capacidad de analizar los datos no basta para estar seguros de si realmente tenemos algo, o si lo que vemos es una fluctuación en el ruido de fondo habitual de los procesos del Modelo Estándar, sin el Higgs”, dice De Roeck. “Los datos que recogeremos en 2012 nos permitirán aclararlo”.