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El Nobel Tim Hunt presenta en la Fundación BBVA sus últimos descubrimientos sobre alteraciones de la división celular, clave en patologías como el cáncer

Sir Timothy Hunt, premio Nobel de Medicina y Fisiología, ha presentado en la Fundación BBVA los últimos descubrimientos realizados en su laboratorio para comprender el mecanismo molecular y la regulación de la división celular (mitosis). Se trata de un proceso fundamental para el desarrollo y mantenimiento de los organismos vivos, pero cuyo fallo puede dar lugar a la aparición de tumores cancerígenos.

17 septiembre, 2010

Sir Timothy Hunt, premio Nobel de Medicina y Fisiología, ha presentado en la Fundación BBVA los últimos descubrimientos realizados en su laboratorio para comprender el mecanismo molecular y la regulación de la división celular (mitosis). Se trata de un proceso fundamental para el desarrollo y mantenimiento de los organismos vivos, pero cuyo fallo puede dar lugar a la aparición de tumores cancerígenos.

El Prof. Hunt ha descubierto que “la ausencia de una proteína fosfatasa de la familia PP2A, que modifica químicamente a proteínas implicadas en la división celular, acelera la entrada de la célula en el proceso mitótico, pero también bloquea su salida del mismo. Estos resultados indican que la presencia de esta enzima es esencial para que la división celular ocurra en condiciones controladas, y que su alteración tiene un impacto importante en la mitosis celular”, ha explicado. Este descubrimiento abre nuevas puertas en la investigación del cáncer que pueden resultar en el desarrollo de nuevos tratamientos terapéuticos.

Tim Hunt, que actualmente desarrolla su actividad en el  Cancer Research UK London Research Institute, ha venido a España para impartir, la Conferencia Alberto Sols-Fundación BBVA, con la que se clausura el XXXIII Congreso de la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular (SEBBM).

El profesor Hunt lleva casi 30 años investigando el proceso de división celular, vital tanto para el desarrollo de un organismo, como para la regeneración de los tejidos. En el año 2001 obtuvo el Premio Nobel de Fisiología y Medicina, compartido con Paul Nurse y Leland H. Hartwell, por su descubrimiento del papel de las proteínas ciclinas en el control del ciclo celular. El trabajo de Hunt, Nurse y Hartwell ha permitido identificar muchas otras moléculas implicadas en este proceso, tanto en condiciones fisiológicas como patológicas. De esta forma ha sido posible entender en detalle el proceso y desarrollar procedimientos diagnósticos y terapias para procesos patológicos como los oncológicos.

Una tarea ardua en la lucha contra el cáncer

Pese a estos avances, Hunt afirma que “sería el primero en admitir que nuestra comprensión del control del ciclo celular está aún lejos de ser completa, pero dada la relativa facilidad del desarrollo de inhibidores específicos de las proteínas quinasas, sería buena idea el desarrollar estos inhibidores para el tratamiento de tumores”. De hecho, se están realizando estudios preclínicos y clínicos con inhibidores de las proteínas CDK sobre su actividad antitumoral y en combinación con quimioterápicos clásicos.

Hunt considera que los principales pasos a corto plazo “serán pequeños logros por parte de los clínicos. Queda mucho camino para entender por qué las células se dividen. En las últimas décadas ha habido enormes avances en biología molecular, pero el panorama es muy complejo: se ha descubierto que en cada cáncer hay unas 250.000 mutaciones y es increíblemente complicado saber cuáles de ellas son las importantes. No va a haber una penicilina del cáncer. La penicilina ataca células bacterianas, distintas de las nuestras. Pero las del cáncer son células humanas alteradas. Por eso la peniclina no es tóxica para el organismo humano y los tratamientos contra el cáncer sí”.

Además de profundizar en el conocimiento del crecimiento celular, este experto considera que otra vía prometedora de investigación es “desentrañar las diferencias entre el metabolismo de las células normales y las cancerosas, un campo que hasta hace muy poco se ha dejado de lado”.

Con todo, Hunt estima que los principales tratamientos siguen siendo empíricos, a base de prueba y error. Y aunque se haya avanzado mucho en los últimos años, “no creo que haya que ser demasiado optimista: la investigación básica sigue adelante, pero creo que por ahora los principales avances vendrán de los clínicos”. En este sentido, “la prevención sigue siendo lo más importante en el cáncer. Un ejemplo claro  es el tabaco: la mitad de los cánceres están causados por el tabaco y esa es una causa perfectamente previsible”. Alabó las legislaciones que restringen fumar en lugares públicos, aunque estima que “los políticos han tardado” en trasladar la evidencia científica a la normativa de salud pública.