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Rebecca Sear: “La familia nuclear, compuesta únicamente por padre, madre e hijos, es un fenómeno moderno”
Rebecca Sear, jefa del Departamento de Salud de la Población en la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres (LSHTM), en Reino Unido, ha impartido en la Fundación BBVA la conferencia “Más allá de la familia nuclear: una perspectiva global de las familias y su influencia en la demografía”, dentro del ciclo de conferencias “Demography Today”. En ella ha hablado de cómo puede influir la ayuda de la familia en cuestiones como la crianza de los hijos o la fecundidad de las mujeres.
4 marzo, 2019
Que en un hogar convivan más familiares además del padre, la madre y los hijos tiene impactos positivos sobre la supervivencia de los niños, especialmente si hay abuelas. Además, si la mujer convive con su suegra, también tiende a haber una mayor tasa de fertilidad que si no lo hace. Este es el modelo de familia conocido como familia extensa, en el que el padre, la madre y los hijos viven también con otros parientes, como pueden ser los abuelos o hermanos adultos.
Es también el tipo de familia más habitual a lo largo de la historia de la humanidad y el que más se repite fuera de Europa y la cultura occidental. Así lo explica Rebecca Sear, jefa del departamento de Salud de la Población en la Población en la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, experta en antropología biológica. Sin embargo, en la sociedad occidental la familia nuclear es la norma, un fenómeno “relativamente moderno”, puntualiza la experta, en donde conviven el padre, la madre y los hijos, sin nadie más.
A pesar de que este último modelo es el que más conocemos en la sociedad occidental, existen evidencias que sugieren que la ayuda por parte de miembros de la familia es necesaria para criar hijos. “Hay bastantes estudios que indican que las abuelas tienen impactos positivos en la supervivencia y la nutrición de sus nietos, especialmente en contextos de alta mortalidad y bajos ingresos”, indica Sear.
Además, también hay evidencias que sugieren que los hermanos mayores –especialmente las hermanas– tienden a ser buenas para la supervivencia infantil. “Sabemos que en los países menos desarrollados el cuidado fraternal está muy extendido, los hermanos mayores cuidan de los más pequeños. Es este entorno de apoyos lo que mejora la supervivencia y salud de los hijos”, añade.
En términos de fertilidad, por un lado, el que las mujeres sientan que tienen la ayuda de otros familiares puede hacerles querer tener más hijos. “Tenemos evidencias de que en Reino Unido las mujeres que tienen mucho apoyo emocional de familiares y amigos tienen mayor tasa de fertilidad, es más probable que tengan un segundo hijo que aquellas que no tuvieron ese respaldo”, explica la experta. Por otro lado, la convivencia entre suegra y nuera puede acabar en presiones porque esta última tenga más hijos de los que realmente quiere tener, o partos más seguidos de lo que le gustaría. “Hay menos evidencias sobre esta idea pero hay diversas formas en las que la familia puede influir en la fertilidad”, afirma.
Estos efectos parecen sólo aplicarse a la familia cercana, ya que es la que tiene un interés genético en que se mejore la supervivencia y la fertilidad, pero no se aplica a otros miembros más alejados de la familia. “Cuanto más nos distanciamos, menos interés genético hay en ayudar a los miembros de la familia”.
Respecto a la familia nuclear, parece ser que comenzó con la Revolución Industrial y su relevancia creció a partir de la Segunda Guerra Mundial. “En las bases de la familia nuclear comenzó a ganar importancia la división de hombre como proveedor y mujer como ama de casa”, indica. Por lo tanto, esta división del trabajo familiar que supone que el padre trae al hogar el dinero y la madre se encarga de las tareas domésticas es una “invención moderna”, indica Sear.
A pesar de que este modelo familiar tiene el inconveniente de que no se tiene ayuda de otros familiares, este hecho también se puede convertir en una ventaja. “Si no tienes una familia que te ayude, tú tampoco tienes que ayudarles a ellos, lo que supone un ahorro de recursos o dinero, por ejemplo”, matiza. En cualquier caso, al haber muchos tipos de familia, tanto extensa como nuclear, “es poco habitual que las familias nucleares estén completamente aisladas en Occidente”, concluye Sear.