Wendy Freedman: “El universo apenas se parece a la idea que teníamos de él hace solo unas décadas”
Con poco más de treinta años la astrónoma Wendy Freedman se enfrentó a uno de los mayores problemas de la cosmología: medir la velocidad de expansión del universo, un parámetro del que se deduce nada menos que la edad del cosmos. Freedman, y el equipo de treinta astrónomos que lideraba, publicaron su resultado tras más de una década de mediciones y dura competencia con otros grupos. Pero para entonces ya se había planteado un problema aún mayor, derivado de un descubrimiento que es, para Freedman, “el más sorprendente” de la astronomía moderna: el universo no solo se expande, sino que lo hace cada vez más rápido. De este intenso episodio de la ciencia habla Freedman esta tarde en la Fundación BBVA, en Madrid.
14 mayo, 2015
Wendy Freedman, actualmente catedrática de la Universidad de Chicago, interviene en el ciclo La ciencia del cosmos, la ciencia en el cosmos, del que se celebra este año la cuarta edición. Su conferencia se titula El universo, una constante sorpresa.
La velocidad de expansión del universo es una de las medidas más buscadas de la astronomía, desde que en los años veinte del pasado siglo el astrónomo estadounidense Edwin Hubble descubriera, en primer lugar, que las nebulosas que mostraban los telescopios eran en realidad galaxias muy lejanas; y, en segundo, que esas galaxias se están alejando de nosotros. Es más, cuanto más lejos están, más rápido se alejan. Eso significa que basta conocer la distancia a la que están las galaxias, y la velocidad a la que se alejan, para determinar el ritmo de expansión del universo, un número técnicamente llamado constante de Hubble.
Considerando tiempo cero el momento en que un universo comprimido, muy denso y caliente, empezó a expandirse, conocer la velocidad de expansión del universo equivale a conocer su edad.
Por supuesto es más fácil decirlo que hacerlo. Freedman y su equipo midieron varias decenas de galaxias con el telescopio espacial Hubble, empleando diversos métodos. En 2001 publicaron su resultado: unos 13.700 millones de años, con un margen de error del 10 por ciento. Un gran avance teniendo en cuenta que antes de su trabajo solo se sabía que el dato estaba entre 10.000 y 20.000 millones de años.
Lo explica Freedman: “Sí, realmente la determinación de la constante de Hubble dio lugar a debate muy encendidos de los años noventa. Por entonces las estimaciones de la edad del universo oscilaban entre los 10.000 y los 20.000 millones de años. Nuestras primeras medidas con el telescopio Hubble dieron como resultado un universo muy joven, más joven, de hecho, que la edad de algunas estrellas de nuestra propia galaxia. Lo que es una paradoja”.