El perfil de la economía castellano-leonesa ha experimentado transformaciones muy profundas a lo largo de la segunda mitad del siglo XX, de manera tal que su imagen actual nada tiene que ver con la que presentaba a mediados de los años cincuenta. En este lapso de tiempo se ha incrementado considerablemente el nivel de producción, así como la renta per cápita. La estructura económica ha modificado de forma radical su perfil primigenio en detrimento, sobre todo, del sector primario y beneficio del terciario, y el stock de capital físico ha contado con un crecimiento muy potente. La presente investigación, que destaca la necesidad de flexibilizar el mercado de trabajo e impulsar nuevos nichos productivos y comerciales, es fruto de la colaboración entre la Fundación BBV y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) para el estudio de la economía regional española.