Las tarjetas de pago, uno de los principales elementos determinantes de la transición de los medios de pago basados en papel a los electrónicos, representan una mejora socioeconómica y de bienestar significativa. Esta transición, sin embargo, sigue una pauta relativamente lenta en muchos países desarrollados lo que, en parte, se explica por la superposición de dos objetivos de las entidades bancarias, que tratan, por un lado, de establecer cajeros automáticos y, por otro, terminales en puntos de venta (TPV).

En este documento de trabajo, se emplea una base de datos única para analizar estas cuestiones. Los resultados de varios test empíricos sugieren que la intensidad de la adopción y difusión de los cajeros y los TPV se debe principalmente a la precedencia del rival, a los efectos de red y al poder de mercado, mientras que los factores de demanda no son significativos. Asimismo, el desarrollo de los cajeros parece afectar negativa y significativamente al aumento de los TPV. Se ofrece una estimación de los efectos de estas tecnologías en la demanda de efectivo, mostrando que tanto los TPV como las tarjetas (débito/crédito) pueden reducir significativamente la demanda de efectivo.