La crisis provocada por la covid-19 no ha sido una crisis cualquiera, en la medida en que combinó una crisis sanitaria con una crisis económica mundial derivada de las medidas para atajar la primera. Ha tenido una serie de elementos diferenciales respecto a crisis anteriores que ha determinado la profundidad de su impacto: el primero de ellos ha sido su carácter múltiple, no solo sanitario, también económico y social; el segundo, la intensidad de la contracción económica, la más profunda desde la Segunda Guerra Mundial; y el tercero, la recesión con mayor sincronización global al afectar prácticamente a la totalidad de las economías nacionales.

El objetivo de la monografía radica en analizar las reacciones del consumidor ante la crisis de la covid-19 y sus efectos en determinados sectores como el turismo y el comercio, además de los cambios que ha provocado en los patrones de consumo.

La crisis derivada de la covid-19 ha cambiado la forma de adquirir productos y servicios coyunturales. Ha sido, mucho más que otras, una crisis de consumo y en especial de determinados tipos de consumo, no solo porque la caída de la actividad y el ingreso lo frenó, sino porque la pandemia lo impedía. El ejemplo más destacado de consumo afectado es el de ocio y turismo.

El auge del comercio electrónico es una de las consecuencias más claras de la pandemia, con un incremento del 62,8% considerando el período de pandemia analizado. La pandemia ha subrayado la necesidad que tiene el comercio de digitalizarse, vender por Internet, relacionarse con los clientes a través de las redes sociales, integrar el smartphone en el proceso de compra y, en definitiva, satisfacer a un cliente que ha cambiado y que quiere relacionarse con los comercios de la misma manera que se relaciona en otras esferas de su vida.

Esta monografía pone a disposición de los investigadores, de los responsables en diversas Administraciones y de la sociedad en general, materiales que permiten conocer los efectos y los cambios que ha provocado la covid-19 en los patrones de consumo y en sectores importantes en la economía española como el turismo y el comercio.