El agotamiento que parece experimentar el tradicional modelo de banca para hacer frente a los retos y cambios que están sufriendo los mercados financieros resulta una cuestión de singular relevancia. En este sentido, la presente investigación reflexiona sobre cuáles son algunos de los principales problemas que plantea el nuevo marco de actuación bancaria. Las fusiones y adquisiciones, o la escasez de ahorro y los diferentes costes de capital que cada mercado exige a sus entidades de crédito nacional son algunas de las cuestiones abordadas.