PublicaciónCuadernos de Capital y Crecimiento
Las fuentes del crecimiento económico en América Latina
A lo largo de los últimos veinte años, las economías de América Latina han experimentado bruscos cambios en sus ritmos de crecimiento. Considerando a la región en conjunto, durante el período 1990-2009 pueden distinguirse cuatro fases diferenciadas. La primera de ellas, que abarca hasta 1997, constituye un período de recuperación económica, tras el estancamiento sufrido durante la década perdida de los ochenta. Durante este período la producción de América Latina creció a un ritmo anual promedio del 3,2%, frente al 2,4% de media en la OCDE.
La segunda fase se inicia con el contagio de las crisis asiática y rusa, que afectó intensamente a economías emergentes como Brasil y Argentina. Los efectos sobre el crecimiento regional se hicieron sentir a partir de 1998, cuando la tasa de crecimiento cayó del 5,0% al 2,1%. Esta fase se extiende hasta 2003 y supone un nuevo revés al dinamismo experimentado en la región durante el período previo. En promedio, durante este período América Latina creció a un ritmo lento, del 1,6% medio anual, frente al 2,3% de media en la OCDE.
La tercera fase de crecimiento comienza en 2004 y finaliza en 2008. En este período América Latina disfrutó de un auge económico muy notable, en buena medida impulsado por un contexto internacional beneficioso. Las condiciones de financiamiento externo favorables y los precios al alza de las materias primas contribuyeron a la aceleración del crecimiento, que se situó a un ritmo medio del 5,4%, frente al 2,3% en la OCDE. La coyuntura exterior, no obstante, se invirtió a partir de 2008. Ese año la región apenas sufrió los efectos de la crisis financiera internacional, pero sus efectos sobre el crecimiento latinoamericano se hicieron sentir en 2009, cuando la producción cayó un -1,9%. El impacto fue, con todo, modesto en comparación con la recesión sufrida en la OCDE (-3,4%).