Este documento de trabajo propone un indicador que integra la estructura demográfica de la población de una sociedad en la esperanza de vida, combinando la mortalidad y el envejecimiento de la población. La esperanza de vida al nacer es independiente de la estructura demográfica de la población y, por tanto, es adecuada para medir la mortalidad. Sin embargo, no tiene en cuenta el hecho de que a medida que la esperanza de vida crece, la sociedad envejece.

Se propone un indicador simple que aglutina la esperanza de vida a diferentes edades, no solo al nacer, con la estructura demográfica de la población en un momento dado del tiempo. Dicho indicador tiene una interpretación intuitiva en términos de potencial de vida, o capital biológico, de la sociedad; y, dado que es una media ponderada, sus cambios pueden ser fácilmente descompuestos en disminuciones de la mortalidad (ganancias en esperanza de vida) y envejecimiento por intervalos de edad.