PublicaciónBiblioteca Sibila-Fundación BBVA de Poesía en Español
Nadie dijo nada
La Fundación BBVA impulsa con la Biblioteca Sibila-Fundación BBVA de Poesía en Español, una nueva iniciativa editorial que tiene como objetivo difundir dentro de los países y de las culturas que se expresan en español, y a partir de éstas en el ámbito internacional, el valor histórico y actual de la poesía escrita en este idioma, así como el universo estético y cultural que representa, con sus diferencias y singularidades.
La Biblioteca Sibila-Fundación BBVA de Poesía en Español se compone de cinco colecciones –Obras completas, Antologías, Libros históricos (ya publicados), Libros actuales (inéditos) y Libros de estética y teoría poética– e incluye obras completas, antologías y libros de poesía escrita en español, escogidas y presentadas por autores actuales y editadas en colaboración con especialistas cuando no se trata de obras inéditas. Está dirigida al lector del libro de poesía y, a la vez, sirve de iniciación, desde una perspectiva actual, al conocimiento de la poesía escrita en español en sus diversas expresiones y tradiciones históricas o culturales, incluyendo entre ellas la situación presente de la creación poética.
Carlos Pezoa Véliz (Santiago de Chile, 1879-1908) es considerado el poeta fundacional de la poesía chilena. Tras estudios regulares, con conocimientos básicos de francés, se trasladó a Valparaíso en 1902, donde colaboró con el diario ‘La Voz del Pueblo’ y en 1905, establecido en Viña del Mar, dio clases en el Instituto Inglés y ejerció el periodismo en ‘La Comedia Humana’. Al asumir Pedro Montt la presidencia de la República, para el que trabajó en su campaña electoral, fue designado secretario de la Municipalidad de Viña del Mar. Poemas, artículos y relatos suyos aparecieron por entonces en algunas revistas santiaguinas como ‘La lira chilena’ y ‘Pluma y pincel’. En el terremoto de Valparaíso de 1906 Pezoa Véliz quedó afectado por el derrumbe de un muro que le destruyó las piernas. Murió víctima de la tuberculosis. Su amigo, el periodista Ernesto Montenegro, reunió y publicó sus poemas en un libro titulado ‘Alma chilena’ (1912). A este primer esfuerzo, se han sumado otros, logrando reunir no solamente su producción poética, sino también sus cuentos y artículos.