La cardiopatía isquémica y la Disfunción eréctil son un problema de salud pública en nuestro medio por su elevada incidencia y prevalencia, así como por la alta tasa de mortalidad en el caso de la cardiopatía isquémica.
La Disfunción eréctil puede tener un origen psicógeno, orgánico o mixto. Las causas orgánicas más frecuentes son de origen vascular (englobadas dentro de la Disfunción endotelial). Se estima que casi la mitad de los casos de Disfunción eréctil en varones mayores de 50 años es de origen vascular.
Diferentes estudios establecen que la presencia de Disfunción eréctil podría ser un marcador precoz de enfermedades vasculares. En algunos de ellos se ha observado que hasta un 64% de los pacientes con Disfunción eréctil padeció anteriormente un episodio de infarto agudo de miocardio. La Disfunción eréctil se manifestó clínicamente antes de que el paciente supiera que padecía un proceso cardiovascular, lo que se explica porque las arterias del pene tienen un calibre menor que las coronarias.