La estenosis aórtica es una lesión bastante característica de los ancianos, sobre todo de aquellos que han padecido durante más tiempo los factores de riesgo vascular, así como de los de edades más avanzadas.
Las manifestaciones clínicas más comunes son la dificultad respiratoria (disnea), el dolor torácico (angina de pecho) y los mareos y/o pérdida de conciencia (inestabilidad y/o síncopes). El diagnóstico clínico puede resultar sencillo, combinando la exploración física con las pruebas complementarias, entre las que destaca la ecocardiografía.
La aparición de los síntomas es un dato de mal pronóstico y marca el momento de plantear la sustitución valvular, que es el único tratamiento definitivo para esta enfermedad.
La sustitución valvular mediante cirugía es el tratamiento más afianzado en la actualidad, aunque los primeros estudios con Válvulas implantadas mediante cateterismo muestran resultados prometedores.