44. Cómo se comunican eléctricamente las células del corazón

Javier Moreno

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Resumen

El corazón se contrae de forma continua y sincronizada durante toda la vida y responde a las necesidades del cuerpo humano latiendo más o menos rápido y más o menos fuerte.

El latido cardíaco, a diferencia de los movimientos respiratorios, no puede ser controlado por el cerebro. Esto requiere que el propio corazón sea capaz de generar sus latidos de forma espontánea y que, además, tenga la capacidad de acelerarlos o frenarlos automáticamente en función de nuestras necesidades. Asimismo, esos latidos deben propagarse por todo el corazón de forma muy rápida (en décimas de segundo) y activar de manera secuencial primero las aurículas y luego los ventrículos para un correcto bombeo de la sangre. Todos estos requerimientos sólo se pueden conseguir gracias a que todas las células cardíacas transmiten electricidad y algunas son capaces de generarla espontáneamente.

Los mecanismos que controlan el estado eléctrico del corazón son muy complejos, pero comunes en el reino animal, incluyendo las más pequeñas bacterias. En el capítulo se describe Cómo se genera y se transmite la electricidad por el corazón.

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