Conviene tener muy claros los siguientes 10 puntos:
- Todo paciente con dolor torácico (tópico o atípico) debe ser evaluado cardiológicamente.
- Descartada la patología coronaria, deben investigarse otras causas, entre ellas las esofágicas.
- En ocasiones pueden coexistir una causa esofágica y otra coronaria.
tópico 67iopñ0
- Existe una asociación entre los trastornos psicológicos, los esofágicos y la angina microvascular.
- El reflujo gastroesofágico es la causa más frecuente de dolor torácico de origen esofágico.
- Diversos trastornos motores esofágicos (espasmo esofágico difuso, acalasia, esófago en cascanueces) pueden producir dolor torácico.
- La interpretación correcta de estos pacientes requiere la realización de estudios especializados.
- La prueba terapéutica es básica para el diagnóstico.
- El tratamiento es muy efectivo en los pacientes con dolor torácico y reflujo gastroesofágico.
- Cuando el dolor torácico se debe a trastornos motores esofágicos, la respuesta terapéutica es, en general, escasa.
Los médicos, conscientes de la importancia y las repercusiones que tiene el dolor torácico, siguen investigando para conocer mejor su origen en los enfermos más complejos y, sobre todo, para realizar el diagnóstico más correcto y de la manera más rápida posible. En un simposio sobre el dolor torácico de origen incierto, bajo el patrocinio de la Fundación Mutua Madrileña de Investigación Médica, se planteó una serie de objetivos:
- Conocer en profundidad las posibles causas de dolor torácico no explicado y su manejo.
- Conocer el grado de confianza con que el cardiólogo descarta la existencia de patología coronaria, así como la capacidad de las diferentes pruebas complementarias y evaluaciones para identificar una causa en el dolor torácico.
- Conocer el grado de confianza con que el psiquiatra identifica una causa para el dolor torácico y la medida en que ésta lo explica de forma individual.
- Saber el grado de confianza con que el especialista en aparato digestivo identifica una causa para el dolor torácico.
- Saber el grado de confianza con que el médico de atención primaria se enfrenta a estos pacientes.
- Reconocer aquellas patologías no cardiológicas, digestivas ni psiquiátricas que pueden producir dolor torácico recurrente.
- Identificar las diferentes posibilidades terapéuticas actuales y su uso correcto.
- Aprender a integrar todos los aspectos diagnósticos y terapéuticos en la práctica médica.
- Promover la investigación en esta área y reconocer las lagunas del conocimiento actual, especialmente en la ciudadanía, para profundizar en la interrelación fisiopatológica de los diferentes orígenes del dolor torácico.