En la actualidad, la telemedicina es una realidad palpable en el trabajo habitual en muchas especialidades médicas. La mejora de la disponibilidad de nuevas tecnologías, junto con la flexibilidad de conectividad de los equipamientos médicos actuales, hace posible la asistencia a pacientes que, por diversas razones, tienen dificultades para acceder a un centro hospitalario.
Una de las aplicaciones más claras de la telemedicina es la asistencia en la especialidad de cardiología. La experiencia acumulada en las distintas especialidades médicas ha permitido un notable aumento del abanico de posibilidades de atención cardiológica aplicables en esta técnica.
Las características de la atención sanitaria en esta disciplina, como la necesidad de rapidez y de fiabilidad en el diagnóstico, hacen que cada vez se requieran más y mejores equipamientos y soluciones.
El incremento de la comunicación entre especialistas en cardiología y otras especialidades puede permitir mejores diagnósticos, con la consiguiente disminución de la morbimortalidad (complicaciones y muerte) en los pacientes atendidos.