La obesidad es una enfermedad crónica que se debe a múltiples causas (genéticas, ambientales, etc.). Precisa ser evaluada por un médico, quien indicará el tratamiento más adecuado, sabiendo que es de difícil control a medio y largo plazo.
El control de la obesidad pasa obligatoriamente por una modificación del estilo de vida. Es necesario adoptar una alimentación más saludable y respetar la práctica de ejercicio físico regular. A veces habrá que recurrir a algún fármaco, que, como en muchas otras enfermedades crónicas (Hipertensión, diabetes, etc.), deberá mantenerse a largo plazo.
Hay que huir de remedios-milagro, que pueden poner en grave riesgo la salud y son un fracaso seguro a medio plazo.
Conviene tener especial cuidado con los niños obesos, ya que ellos tienen más posibilidades de ser adultos obesos. De hecho, se está produciendo ya la Presentación de diabetes no insulinodependiente a edades más tempranas como complicación de los problemas de sobrepeso entre los adolescentes. El mejor tratamiento es la prevención.