El mejor tratamiento para las enfermedades cardiovasculares es la prevención. Existen factores de riesgo que aumentan la probabilidad de padecer una enfermedad cardiovascular, como la presión arterial, la diabetes, el colesterol, el tabaco, la obesidad y el sedentarismo. Es importante controlar de forma continua los factores de riesgo cardiovascular para reducir en gran medida la probabilidad de padecer una enfermedad cardiovascular.
Los hombres tienen un riesgo mayor que las mujeres de sufrir un ataque al corazón. La diferencia entre ambos sexos disminuye a medida que aumenta la edad, hasta el punto de que, después de los 65 años, el riesgo cardiovascular es prácticamente el mismo.
Son fundamentales la implicación y la responsabilidad del propio paciente en el control de su enfermedad. Para ello se deben seguir las recomendaciones de tratamiento planteadas por el profesional sanitario. La terapia farmacológica representa sólo una parte del tratamiento que hay que seguir para el buen control de la enfermedad. Es necesario incorporar y adoptar estilos y hábitos de vida saludables.
Se debe seguir una dieta baja en grasas, promover el consumo de frutas y verduras (ya que contienen fibra y vitaminas que ayudan a mejorar la glucemia o glucosa en la sangre) y de bebidas que contengan pocas calorías, y reducir el consumo de grasas animales.
No se debe consumir tabaco, porque aumenta claramente el riesgo de enfermedad cardiovascular así como de enfermedad vascular periférica (patología de los vasos sanguíneos que irrigan las piernas y los brazos).
Es recomendable promover la realización de ejercicio físico, como el aeróbico, de manera regular, por ejemplo, caminar 30-60 minutos al día, pasear en bicicleta o realizar labores de jardinería, entre otros. Estos ejercicios pueden disminuir de forma significativa la presión arterial y, por tanto, el riesgo de enfermedad coronaria. El buen control de los niveles de glucosa en sangre, el colesterol y la presión arterial permitirán prevenir o retrasar la aparición o el empeoramiento de los problemas cardiovasculares.